El líder de una pandilla haitiana que secuestró a un grupo de norteamericanos durante el fin de semana amenazó con ejecutarlos, según un video conocido por la AFP.

Las imágenes filmadas el miércoles, pero publicadas el jueves en las redes sociales, mostraban a Wilson Joseph rodeado de hombres armados, frente a ataúdes que contenían los cuerpos de cinco miembros de su pandilla.

“Como no obtengo lo que necesito, mataré a estos estadounidenses”, amenazó Joseph hablando en creole.

Los secuestradores exigen un rescate de 17 millones de dólares por la libertad de los rehenes, informaron fuentes de seguridad.

El sábado, un grupo de 17 misioneros estadounidenses y canadienses, y sus hijos, fueron secuestrados a plena luz del día durante una visita a un orfanato en el corazón de un área en el este de Puerto Príncipe, que está totalmente bajo el control de la pandilla.

La organización Christian Aid Ministries, con sede en Ohio, a la que pertenecen los misioneros secuestrados, informó que el grupo incluía a 12 adultos de entre 18 y 48 años, junto con cinco niños: de ocho meses, tres, seis, 13 y 15 años.

Estados Unidos ha aconsejado a los estadounidenses que no viajen a Haití, en particular debido a los secuestros que, según advierten, incluyen regularmente a ciudadanos estadounidenses.

Desde diciembre de 2020, la policía haitiana ha buscado a Joseph por delitos que incluyen asesinato, secuestro, robo de vehículos y secuestro de camiones de carga.

Mientras tanto, el jueves, grupos de taxistas bloquearon las carreteras principales y cerraron el tráfico en la capital haitiana para protestar contra la escasez de combustible causada por las bandas que controlan el acceso al petróleo.

En toda la ciudad, los manifestantes han expresado su indignación por verse obligados a comprar gasolina en el mercado negro.

El control cada vez más fuerte de las pandillas en Puerto Príncipe desde junio ha impedido el acceso seguro a dos de las tres terminales petroleras de Haití.

Grupos armados secuestraron más de una docena de camiones cisterna en el tercero, ubicado en el empobrecido barrio Cite Soleil, a principios de septiembre.

El jueves, cerca de una barricada de llantas en llamas, los manifestantes acusaron a las autoridades de favorecer a los importadores de combustible en detrimento del desarrollo de energías renovables.

“No tenemos una red eléctrica en Haití, así que tenemos que buscar diesel para hacer funcionar un generador”, comentó un estudiante que pidió el anonimato por razones de seguridad.

“Tenemos todo el sol del mundo, pero los paneles solares son demasiado caros”, lamentó.