El dirigente político opositor, Luis Fernando Carvacho, volvió a tomar un avión desde Santa Cruz con dirección a La Paz con el fin de entregar una carta de renuncia que deberá ser firmada por el mandatario Evo Morales.  

Esta jornada, el panorama parece ser distinto para el dirigente, ya que, contará con un "dispositivo de seguridad" según informó el ministro de Gobierno (interior), Carlos Romero. 

La Paz estaba con bloqueos en diferentes calles de la zona sur, donde vive la clase media alta y alta, pero también en arterias céntricas como la Avenida Camacho, a pocas cuadras de la casa de gobierno, en la tercera semana de protestas contra la cuestionada reelección de Morales en los comicios del 20 de octubre.

Manifestantes opositores ocuparon también este miércoles oficinas públicas en el sur de La Paz, mientras en la ciudad central de Cochabamba había violentos choques entre leales y rivales de Morales, según medios locales.

En un acto de la marina de guerra boliviana este miércoles, el presidente declaró que los militares deben "prestar servicio al pueblo boliviano" y apoyar los "grandes cambios", en referencia a las políticas de su gobierno.

"Las Fuerzas Armadas siempre tiene que garantizar la soberanía del pueblo boliviano", declaró Morales en una aparente respuesta a Camacho, quien el sábado pidió a los militares -que se han mantenido al margen de la controversia electoral- que se pongan al lado de la oposición.

En La Paz crecía la tensión por la inminente llegada de Camacho, quien se aprestaba a abordar un avión este miércoles en Santa Cruz (900 km al este), la ciudad más rica de Bolivia y bastión opositor, para aterrizar en el aeropuerto de El Alto, que sirve a La Paz

Sin embargo, el arzobispo de Sucre (sur), Jesús Juárez, afirmó este miércoles que "pedir la renuncia del presidente (...) es una medida radical y en tiempos de democracia no se pueden tomar (ese tipo de medidas) así a la ligera".

"Si uno quiere una solución (...) tiene que buscar los métodos, los medios y ofrecerlo al pueblo", agregó Juárez. La jerarquía católica y Morales han tenido varios roces en el pasado.