Líder sirio desmantela grupos armados y cancela Constitución
Excomandante rebelde se declara también presidente tras semanas de gobierno de facto.
El líder rebelde sirio Ahmed al-Sharaa se declaró presidente, canceló la Constitución y disolvió el Ejército nacional y todos los partidos y grupos armados de la oposición, incluido el suyo, en un paso hacia la transición que lo aleja de la era de Bashar al-Assad.
Sharaa encabezó Hayat Tahrir al-Sham, un grupo terrorista, designado por Estados Unidos, conocido como HTS que lideró la toma relámpago de Siria el mes pasado, poniendo fin a 54 años de gobierno de la familia Assad y marcando una nueva alineación en Medio Oriente. Ha estado presionando para que se eliminen las sanciones económicas que Estados Unidos, Europa y las Naciones Unidas impusieron a Siria durante el gobierno de Assad.
Sharaa emprenderá la reconstrucción del Ejército nacional y el aparato de seguridad y formará un consejo legislativo temporal para el período de transición que ya está en marcha hasta que entre en vigor una nueva Constitución, dijo un portavoz.
Las proclamaciones se produjeron después de una reunión a puertas cerradas que Sharaa mantuvo con facciones militares sirias y figuras revolucionarias.
Charles Lister, experto en Siria del Middle East Institute, dijo que las nuevas decisiones de Sharaa formalizan lo que ha sido una realidad de facto durante las últimas siete semanas. “Los pasos de transición reales son la prueba clave”, escribió en X.
Sharaa dijo el mes pasado que podría llevar hasta tres meses redactar una nueva Constitución y cuatro años celebrar elecciones. Se esperaba que una reunión de representantes de las diversas comunidades de Siria destinada a resolver la transición comenzara a principios de este mes, pero se ha retrasado.
Los desafíos inmediatos que enfrenta Sharaa son mantener el orden, restablecer los servicios gubernamentales y reconstruir la economía. Antes de avanzar sobre Damasco el mes pasado, su grupo había administrado esencialmente una sola ciudad en un enclave de cinco millones de personas controlado por los rebeldes. Gobernar la mayor parte del país es una tarea difícil para un grupo cuyos aproximadamente 25.000 combatientes están repartidos en las ciudades más grandes de Siria, y las autoridades civiles también están al límite de sus posibilidades.
Después de su toma de Damasco, los rebeldes introdujeron una amnistía general para los reclutas del Ejército, pidieron a la policía que permaneciera en servicio y ordenaron a los exfuncionarios que se identificaran ante las nuevas autoridades a cambio de un tratamiento seguro.
Casi al mismo tiempo, Sharaa se deshizo del nombre de guerra Abu Mohammed al-Jawlani y cambió el uniforme de combate por un traje. En el pasado luchó con Al Qaeda en Irak como yihadista antiestadounidense y, en los últimos años, ha tratado de reinventarse como una figura más moderada, promoviendo una línea pragmática de política islamista.
El mes pasado, un miembro de la oficina de asuntos políticos de HTS describió en una reunión informativa con periodistas la lista de tareas pendientes del grupo: fusionar los grupos rebeldes en un Ejército nacional, traer de vuelta a los refugiados sirios, redactar una Constitución y dotar de personal a los ministerios del gobierno.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.