Las dudas con la China de Xi Jinping

A pesar de la distancia, China se transformó en uno de los protagonistas de la campaña estadounidense. Las tensiones entre ambos gobiernos se arrastran desde el arribo de Trump al Despacho Oval en 2017 y desde ahí se profundizaron con la guerra comercial, que también salpicó a los gigantes tecnológicos. Así, uno de los momentos más tensos fue cuando Trump intentó vetar el uso de TikTok y Huawei por posible filtración de información al gobierno chino.

El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conversa con el presidente de China, Xi Jinping, mientras Xi llega a cenar al comienzo de su cumbre en la finca de Trump en West Palm Beach, Florida, el 6 de abril de 2017. REUTERS/Carlos Barria

Sin embargo, uno de los puntos más candentes fue en medio de la pandemia, cuando Trump acusó a China de “liberar el virus en el mundo”, tildando al Covid-19 como “virus chino”. Así, los comicios coincidieron con el punto más bajo de las relaciones bilaterales desde 1979.

Ante una eventual victoria de Trump, los desencuentros podrían ahondarse aún más. No obstante, una posible elección de Joe Biden no implicaría una mejora, porque el demócrata ha intentado alejar las preocupaciones de un gobierno de izquierda con un énfasis en el mensaje “ponte fuerte con China” y llamando “matón” a Xi Jinping.

Jair Bolsonaro, el amigo de Trump

Es una de las relaciones más estables y de mayor sintonía para el republicano. Dos años después de la llegada de Trump a la Casa Blanca, el brasileño Jair Bolsonaro hizo lo propio en el Palacio Planalto, en enero de 2019, transformándose en uno de los escasos aliados de EE.UU. en la región. Fue tal la “amistad” que, en marzo de ese año, Bolsonaro llegó hasta la Casa Blanca para entregar su respaldo pleno al republicano.

Donald Trump presenta una sesión fotográfica con el Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, antes de asistir a una cena de trabajo en Palm Beach, Florida, el 7 de marzo de 2020. REUTERS/Tom Brenner

Entre las similitudes que acumulan, ambos mandatarios han sido escépticos ante la pandemia, si bien fueron contagiados por el virus, lo que los llevó a estar hospitalizados. Tanto Bolsonaro como Trump han abogado por la salida del Presidente venezolano, Nicolás Maduro, para “restaurar la democracia en Venezuela”; acumulan un historial de declaraciones misóginas y racistas; han criticado a la prensa por “fake news”; e impulsan la postura de “Ley y Orden”. Bolsonaro ha negado la opción de que Biden sea electo, lo que podría modificar por completo los posibles acuerdos futuros.

Boris Johnson, el Brexit y el republicano

La separación de los británicos con la Unión Europea (UE) se transformó en el vínculo que unió al primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, y Donald Trump. “Polémicos y con tintes populistas”, ambos líderes han sido comparados en varias ocasiones por el estilo de gobierno que impulsan.

En esta foto de archivo del 25 de agosto de 2019, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la izquierda, y el primer ministro británico, Boris Johnson, asisten a un desayuno de trabajo en el Hotel du Palais al margen de la cumbre del G-7 en Biarritz, Francia. (AP Photo/Andrew Harnik)

Trump fue un acérrimo defensor del Brexit destacando un posible acuerdo comercial entre ambas naciones, lo que podría no ser prioridad para Biden, que aseguró que se habría opuesto al divorcio del bloque. Ante este escenario, la posible llegada del demócrata a la Casa Blanca obligaría a Johnson a restablecer un acercamiento, especialmente tras una serie de comentarios “despectivos” que realizó contra Barack Obama en 2016. Según The Associated Press, Johnson puede ser considerado el “mejor amigo de Trump en Europa”, ya que, a diferencia de los demás líderes europeos es con quien ha mantenido una relación más cercana. Pese a ello, cuando el republicano visitó el país se generaron masivas protestas, que en ocasiones incluyeron la presencia de la figura inflable de “baby Trump”.

Vladimir Putin y la trama rusa

La denominada “trama rusa”, que generó una ola de acusaciones sobre la presunta injerencia de Rusia en la elección de Trump en 2016, está lejos de acabar de cara a los nuevos comicios. En agosto y solo tres meses antes de la cita electoral más importante del año, la cadena NBC reveló que Trump evaluaba reunirse pronto con su homólogo ruso, Vladimir Putin, sembrando más dudas sobre su cercanía.

Por otro lado, Biden se ha mostrado reacio a estrechar una amistad con Putin. El exvicepresidente de Obama visitó Moscú en 2011, y en ese momento sugirió que el ruso no debería presentarse a la reelección en los comicios de 2012, que finalmente ganó, Por ello, expertos creen que el Kremlin no sería un fanático de Biden.

El primer ministro ruso Vladimir Putin le da la mano al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante su reunión en Moscú el 10 de marzo de 2011. REUTERS / Alexander Natruskin

Además, el demócrata se ha diferenciado por “simpatizar con Ucrania”, país que generó un problema para Biden cuando se apuntó a las labores que su hijo, Hunter Biden, desarrolló en ese país y los “favores” que podría haber recibido del Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.

Netanyahu y la cercanía con EE.UU.

Según The New York Times, Israel es uno de los lugares que podría catalogarse como más “republicano” en el mundo y el que tenía más en juego en estos comicios. Tras la elección de Trump en 2016, las relaciones entre ambos países han logrado un acercamiento excepcional a diferencia del difícil diálogo que tuvieron con Barack Obama.

El ministro de Relaciones Exteriores de Bahréin, Khalid bin Ahmed Al Khalifa, a la izquierda; el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu; el presidente Donald Trump y el ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Abdullah bin Zayed al-Nahyan, miran los documentos durante la ceremonia de firma de los Acuerdos de Abraham, el 15 de septiembre de 2020, en Washington. (AP Photo/Alex Brandon)

“El mejor amigo” de Israel en la Casa Blanca. Así catalogó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al republicano, quien ha dado diversas muestras de apoyo al país. Una de ellas fue reconocer a Jerusalén como la capital y la salida del acuerdo nuclear con Irán. Pero uno de los puntos más destacados llegó con el acuerdo de normalización de relaciones alcanzado entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, que fue calificado de “histórico” y que fue firmado en Washington, que sirvió como mediador.

El yerno de Trump, Jared Kushner, ha sido uno de los rostros más influyente en el afianzamiento de los vínculos bilaterales. En esa línea, la posible victoria de Joe Biden significaría una “pérdida sustancial” para Netanyahu, según los expertos.