Líos de faldas y problemas con el alcohol: el controvertido historial de Federico X, el futuro rey de Dinamarca

Federico de Dinamarca, actual príncipe de la Corona, asumirá como rey este 14 de enero. Esto, a raíz de que Margarita II, su madre y la reina más longeva del país nórdico, anunció en la víspera de Año Nuevo que renunciará a la Corona y Federico pasará a ser su sucesor por continuidad, al ser su primogénito. La decisión ha generado cuestionamientos hacia la realeza, ya que el -aún- príncipe no ha estado exento de escándalos en los últimos años.

Previo al pronunciamiento de la reina Margarita II sobre renunciar a la monarquía danesa -en la que reinó por más de 50 años-, el príncipe ya había estado en la portada de diversos medios de prensa internacional. Su última aparición fue en octubre del año pasado, debido a que fue visto paseando por las calles de Madrid junto a la actriz Genoveva Casanova, y posteriormente durmió en la casa de la intérprete mexicana, quien fue pareja de Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la duquesa Alba.

El escándalo coincidió, además, con la visita de los reyes españoles Felipe VI y Letizia a Dinamarca. Ante las sospechas de infidelidad dentro y fuera del Palacio de Amalienborg de Copenhague, los rumores sobre la crisis matrimonial de los príncipes herederos Federico y Mary Donaldson opacaron la cena de gala ofrecida por la familia real de Dinamarca a los miembros de la monarquía española.

Según reporta el medio español El Periódico, Federico nació el 26 de mayo de 1968, cuatro meses después que su primo Felipe de Borbón. Como heredero al trono su trayectoria estaba escrita desde el principio: estudiar una carrera, recibir formación militar y ocupar un puesto en el Consejo de Estado.

Sus amistades estarían supervisadas, y su matrimonio habría de tener la aprobación de la Corona para garantizar su continuidad. Sin embargo, nada de eso cuadraba con su personalidad. Según describen diversos medios europeos, en su juventud Federico era un aventurero, amante del deporte, la música (le gustaba hacer de DJ), los autos, los tatuajes, y también de las modelos y las estrellas de rock. Era conocido por sus salidas nocturnas y por una vida sentimental agitada.

En 1992 ocurrió su más conocido escándalo: se ganó el apodo “príncipe Turbo”, ya que en la víspera de Año Nuevo fue detenido junto a su pareja, la modelo danesa Malou Aamund, por conducir en estado de ebriedad y a toda velocidad. La prensa y el Parlamento presionaron por su renuncia a sus derechos dinásticos, pero finalmente eso no ocurrió. La Casa Real emitió un comunicado disculpándose por el comportamiento del príncipe, mientras la reina Margarita lo envió a estudiar a la Universidad de Harvard, en Boston.

Luego estuvo en la Marina inglesa. Más tarde volvió a Dinamarca, donde se enamoró de nuevo de modelos y cantantes pop. Eso, hasta los Juegos Olímpicos de Sydney en el 2000, donde conoció a Mary Donaldson, abogada australiana con la que en 2003 contrajo matrimonio. Al principio, Mary no era aceptada por la Corona, pero luego aprendió danés y tomó cursos protocolares para saber comportarse entre la realeza, hasta que finalmente obtuvo el visto bueno de la reina. Desde el matrimonio, son múltiples las veces en que se han rumoreado infidelidades por parte del príncipe.

A pesar de las controversias, la reina Margarita ha asegurado en varias ocasiones que considera que su hijo está listo para reinar. Aunque Federico aún debe ganarse la confianza de los daneses, pues según una encuesta publicada por la cadena danesa TV2, el 38% de la población considera que su madre es la “mejor representante de la casa real danesa” frente al 29% que da su voto de confianza al príncipe.

Además, deberá reinar con un gran recorte de presupuestos, decidido por la reina Margarita. Esto, porque ella ha establecido al igual que otras casas reales en Europa, que la supervivencia de la Corona depende de un recorte de gastos, así como de una reducción del número de miembros considerados núcleo duro de la familia real. Así, Margarita despojó a cuatro de sus ocho nietos de sus títulos de príncipes, y, por tanto, de sus deberes y privilegios reales, a partir del 1 de enero de 2023.

Si Federico X logra gobernar Dinamarca y mantener un bajo perfil, algún día le sucederá su hijo Christian, que a su vez lleva el nombre de su bisabuelo, Christian X.