Listas con 50% de aumento para supermercados, dólar blue sobre los $ 1.000 y restaurantes llenos: la vida en Buenos Aires tras el triunfo de Milei

Una mujer sostiene un cartel alusiva a la inflación y salarios durante una protesta de organizaciones sociales que exigen al Gobierno de Alberto Fernández más ayudas, en abril de 2022.

Filas en las entradas de los teatros de Avenida Corrientes, colas en los icónicos restaurantes y una vida nocturna que no se detiene, contrasta con la presencia de familias completas durmiendo en la calle y una realidad diferente a la que se vive en las provincias.


Mientras la legendaria Pizzería Güerrín se mantiene llena un miércoles por la noche y la fila de comensales que espera para degustar uno de sus famosos trozos de masa y varios gramos de queso se extiende por varios metros, una familia de seis, con dos niños pequeños, comen de un pote en el piso, al lado de un basurero en Avenida Corrientes. El brutal contraste, que solo se magnifica al compararlo con un fin de semana, donde los viernes las colas en la pizzería son de al menos 80 metros, es también ejemplo de una realidad engañosa en la ciudad de Buenos Aires.

Al mismo tiempo, y especialmente los viernes y sábados, las coloridas marquesinas de los teatros ven cómo se acumulan asistentes a sus funciones, mientras los aumentos de sueldo no alcanzan a cubrir la inflación que crece a un promedio del 11,9% mensual, y que entre octubre de 2022 y octubre de 2023 llegó al 142%. Eso sí, en las provincias, el interior del país, la situación es muy distinta.

No es un síntoma nuevo, pero se ha acentuado con el pasar de los últimos años, coinciden todos los consultados por La Tercera tanto en la cobertura de la primera vuelta, cuando sorpresivamente se impuso el candidato oficialista, Sergio Massa, como en el balotaje que el domingo posicionó como presidente electo de Argentina a Javier Milei, el polémico economista libertario.

Fila para entrar a la famosa Pizzería Güerrín, en Avenida Corrientes, en la ciudad de Buenos Aires, este miércoles. Foto: José Ignacio Araya / La Tercera

“Mis padres están en Morón, y hace unos días fui y en provincia se ve mucho más el impacto que la economía tiene en el país, es más notorio hasta la dejadez en la calle, como que a la gente ya no le importa. Hasta en la suciedad lo ves, todo roto, yo me fijo mucho en eso. En Capital, siento que no se ve tanto como se ve en provincia”, relató a este periódico Yamila (37), oriunda de Morón, pero que actualmente vive en la ciudad de Buenos Aires.

“Indistintamente de quién hubiera ganado, no vienen muy buenos tiempos. La gente está muy intensa, muy violenta, tampoco tiene las herramientas para salir adelante”, agregó.

Walter es conductor de taxi, y tiene la misma percepción, con años recorriendo las calles bonaerenses. “No es que en la Capital Federal se viva cómodo, o no haya ningún problema, pero aquí hay varios que tienen guita (dinero). Ahora, en la provincia es distinto”.

Tanto en la primera vuelta como en la segunda, el mercado se mantuvo expectante. La primera vio cómo el dólar blue explotaba por los cielos y alcanzaba la histórica cifra cambiaria de 1.100 pesos argentinos por la divisa americana. Luego vendría la campaña del balotaje, y la situación se veía más controlada, pero siempre con la amenaza latente de un salto. El ahora electo candidato mantuvo y mantiene como una de sus principales propuestas la dolarización, es decir, la adopción de la moneda estadounidense como la oficial.

Fila en las afueras del Teatro Piccadilly, en Avenida Corrientes, en la ciudad de Buenos Aires, este miércoles. Foto: José Ignacio Araya / La Tercera.

Si bien en la previa a la votación, el viernes 17 de noviembre, el blue se mantenía estable alrededor de los $ 900 la compra y $ 950 la venta, la elección hizo dar el salto dos días después del balotaje, considerando que el lunes fue feriado. Así, cuando el martes abrió el mercado, los carteles anunciaba $ 1.060 y $ 1.080 la compra y venta, respectivamente.

¿Cómo es vivir en un lugar en el que, mes a mes, la inflación crece más de un 11%, pero los sueldos no lo hacen al mismo ritmo, donde, además, el precio del dólar salta en momentos de incertidumbre política? En opinión de Yamila, esto último “afecta, y lo ves cuando vas a comprar y dos días después, te subió todo, no sé, 300 pesos más, 500 pesos más”.

En general, señala que “vivir con estos índices inflacionarios es muy desgastante. Mi sueldo, y no tengo, dentro de todo, uno malo, lo cobro dos días antes de que comience el mes, y me alcanza hasta el 5. Antes me alcanzaba hasta el 10, pero te juro que hace dos años que no llego a fin de mes. Tengo la suerte de que hay gente que me contiene, como mi pareja. Si estuviera sola, quizás me costaría mucho más, pero tengo otros trabajos, soy fotógrafa, soy tarotista, entonces de eso me voy ayudando. Si no, no llegaría, no podría, y es muy desgastante”.

Un manifestante antigubernamental con una bandera argentina adornada con representaciones de dólares estadounidenses y la imagen de la vicepresidenta Cristina Fernández, en agosto de 2022. Foto: AP

Ahí, el control de alzas fijado por el ahora excandidato presidencial y actual ministro de Economía, Sergio Massa, emerge como clave para entender el mes a mes. Mediante una política conocida como “Precios Justos”, que limitaba a un 5% la variación de los precios de determinados productos clave en cadenas de supermercados y mayoristas que adhirieron a la medida, se intentó controlar el impacto en los bolsillos de las personas, pese a que la inflación mensual alcanza los dos dígitos y se generaba una sensación de falsa -o contenida, dependiendo de la postura- estabilidad.

Pero la medida, que algunos criticaron por considerarla una estrategia electoral por parte del oficialismo, llegará prontamente a su fin con el cambio de gobierno. Este martes, por ejemplo, supermercados y mayoristas recibieron listas con aumentos de hasta un 40%, consignó el diario Ámbito Financiero, por lo que la Secretaría de Comercio debió negociar rápidamente con el rubro. Según supo el mismo medio, se acordó que el programa se mantenga durante lo que queda de mes, y que el aumento de los precios se limite entre un 5% y un 12%, mientras que el próximo mes –con Milei a punto de asumir– habrá otro, del 8%.

El temor es que se desaten las remarcaciones de precios. Ya se registraron alzas en productos como leche, pan, aceite y tomates de entre un 40% y un 50% en locales más pequeños, no adscritos al plan de Massa.

Un hombre camina fuera del Ministerio de Economía de Argentina, un día después del balotaje. Foto: Reuters

Según pudo comprobar La Tercera en dos supermercados y una versión “express” en la ciudad de Buenos Aires, dependiendo del día, las góndolas se ven medianamente llenas, o medianamente vacías. Nunca con todo el espacio utilizado, pero tampoco sin productos. En algunos mayoristas, sin embargo, medios locales reportaron ausencia de precios y mercadería tras la reapertura de los mercados, este martes.

Haciendo una relación entre el resultado del domingo y la situación económica, Lourdes Rivero, de 30 años, dijo a este periódico que, previo a la votación, “la gente fue a las góndolas y vio que había mucha inflación, mucha pobreza, y lo que se veía en los medios de comunicación era totalmente distinto a lo que la gente sentía en las calles. Veíamos como en la gente cada vez crecía más la incertidumbre, el hambre, y cuando llegabas a las góndolas, veías la inflación creciendo semana tras semana”.

Rafael Berritela, un pequeño empresario argentino, dijo al diario brasileño O Globo que, a sus 65 años, su último recuerdo de calma en la economía lo recuerda a principios de los años 2000, durante el primer gobierno de Néstor Kirchner. “Con Cristina el tipo de cambio todavía era aceptable, con Macri se complicó todo, pero la situación actual es la peor. Y no se puede ser optimista sobre la elección de Milei”.

En la vereda contraria, Rivero señaló que tiene “mucha esperanza. Esperamos que sea de la mejor transición, sabemos que ellos han metido mucho miedo a los ciudadanos, creo que Milei nos trae un poco de esperanza. Espero que podamos, todos juntos, trabajar y sacar el país adelante”.

Karina, de 46 años, recibe un plan social por parte de la ciudad de Buenos Aires, y si bien sabe que la victoria de Milei podría, potencialmente, afectarle en ese tema, es optimista al respecto. “Creo que va a ser bastante difícil, van a ir cambiando algunas cosas, pero vamos a vivir mejor que antes”.

“A mí la ciudad me da un plan, y ahora ellos mismos me están buscando laburo para que pueda ir a un trabajo. Eso está bien, lo que pasa es que yo estoy acostumbrada a trabajar, pero hay algunos que no. Te mandan a hacer cursos y después te mandan a alguna empresa para trabajar. Muchos cobran dos o tres planes, y uno va a buscar uno y te meten muchas trabas”, explicó.

El presidente electo de Argentina, Javier Milei, se dirige a sus partidarios tras ganar el balotaje, el 19 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

Tanto entre partidarios como detractores, sin embargo, se comparte una postura: los próximos meses serán muy duros en el área económica, e iba a ser así independiente de quién ganara. Delfina Mesa (25), de pelo negro, rapado sobre las orejas, y una polera serigrafiada, paseaba a su perro previo a hablar con La Tercera. “El tema de la inflación afecta en absolutamente todo, porque ya estábamos mal, eso no se puede negar. Este gobierno peronista fue el peor de todos, más encima con una pandemia en el medio, pero tampoco era como para votar a un gobierno radical como el que ganó”.

“Pero bueno, la voluntad popular es la voluntad popular y era medio obvio que iba a pasar. Se respeta”, agregó. En su opinión, “de acá al verano de 2025, va a ser el peor periodo. A partir de la toma de poder del nuevo presidente y hasta más o menos mitad de 2025, quizá se pueda llegar a ir acomodando. El tema es que uno nunca sabe, no se sabe hasta dónde se va a llegar, qué medidas se van a implementar, qué no, porque se hizo campaña con un montón de propuestas que después resulta que eran mentira, y que se salieron a desmentir, entonces no se sabe”.

Incluso Mauricio Macri, el expresidente que cuasi apadrinó a Javier Milei luego de que su candidata, Patricia Bullrich, cayera en primera vuelta, señaló a la prensa local que “lo que hereda (…) es varias veces peor que lo que heredé yo en 2015″, añadiendo que “tenemos seis meses durísimos por delante”.

El propio Milei lo reconoció en una de sus recientes entrevistas a medios televisivos y radiales, esta vez con Manuel Adorni de radio Rivadavia. Admitió que habrá “seis meses que serán muy duros” en Argentina, ya que se sentirá el impacto del ajuste “de shock” que piensa implementar, y aclaró que “los resultados no van a ser instantáneos”. Al mismo tiempo, advirtió que “si no hacemos el ajuste fiscal, el riesgo de hiperinflación está”.

En medio de este escenario, CB Consultora Opinión Pública, una de las firmas que vaticinó el triunfo de Milei, publicó su primera encuesta que mide al libertario como presidente electo. Así, combina ahora un 59% de imagen positiva con el 33,7% de negativa. Este mismo mes, pero antes del balotaje, el entonces candidato tenía un 44,7% de positiva y un 45,7% de negativa, apunta Clarín.

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