Los restos de dos de las víctimas del accidente aéreo ocurrido el viernes en La Habana, una mujer cubana de 29 años y su hija de siete, han sido los primeros en ser trasladados a su lugar de origen, la provincia de Holguín (este), a donde se dirigía el avión siniestrado.

Los cuerpos de Suyen Lizandra Figueredo Driggs y su pequeña, Alexa Rivas Figueredo, llegaron esta madrugada a la localidad holguinera de Gibara, donde se ha habilitado la Casa de la Cultura Municipal para que sus vecinos y allegados puedan pasar a rendir tributo a las fallecidas, informaron medios estatales de la isla.

Los restos de madre e hija se encontraban entre los quince primeros cadáveres identificados el sábado tras el accidente que un día antes costó la vida a 110 de los 113 ocupantes del vuelo de Cubana de Aviación DMJ-972, que se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto de La Habana.

Según el diario estatal Juventud Rebelde, una "representación masiva" del municipio de Gibara recibió los restos de las dos víctimas.

Suyen Lizandra Figueredo era instructora de arte y abordó el vuelo con su hija, una de las menores que pereció en el siniestro, en el que también perdieron la vida otros tres niños de dos, cuatro y cinco años y una bebé de quince meses.

Para este mediodía también se espera la llegada a la ciudad de Holguín del cuerpo de Yunaisi Pelegrino, de 39 años.

En esa provincia situada a casi 700 kilómetros de La Habana residían 67 de las 110 víctimas fatales del accidente del Boeing 737 operado por Cubana de Aviación y propiedad de la aerolínea mexicana Global Air.

De los 110 fallecidos en la catástrofe aérea, 99 eran cubanos y once extranjeros, entre los que se encuentran siete mexicanos (seis de ellos miembros de la tripulación), dos argentinos, un saharaui y un saharaui-español.

Se espera que las labores de identificación duren varios días e incluso semanas, según han advertido sus responsables, debido a que el violento choque desperdigó mucho los restos del avión, lo que impide a los expertos guiarse por los números de asiento que tenían asignados los pasajeros.

En paralelo, continúan las investigaciones en el lugar donde se desplomó el avión, un área de cultivos aledaña al aeropuerto, donde un equipo de expertos busca datos que ayuden a esclarecer lo ocurrido.

Una de las cajas negras del aparato, la de voz, ya ha sido localizada, y es previsible que en las próximas horas aparezca la segunda, el dispositivo que registra los datos técnicos del avión, del que el Gobierno cubano ha asegurado que tenía toda la documentación en regla para volar.