El gobierno británico anunció que investigará 14 muertes ocurridas en los últimos años en Reino Unido que no fueron tratadas en primera instancia, como sospechosas, pero que podrían estar vinculadas a Rusia. Así lo aseguró la ministra de Interior, Amber Rudd, quien de esta manera responde a la solicitud del Comité de Asuntos Internos, que la semana pasada pidió revisar los casos y las decisiones que se adoptaron al respecto. Además, el antiguo jefe de la Policía Metropolitana Ian Blair, quien dirigió este cuerpo cuando Alexander Litvinenko fue asesinado en 2006 con polonio radiactivo, había pedido que se reabrieran estos casos.
Rudd aseguró que el gobierno está advertido de estas denuncias y se toma "muy en serio" cualquier insinuación de que un Estado extranjero puede estar detrás de un asesinato en Reino Unido. Además, confirmó que la investigación estará a cargo de la policía y del MI5, el servicio de inteligencia interior.
El Ministerio de Interior británico ha reportado que los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos sospechan que esas personas pudieron haber sido asesinadas en territorio británico por servicios de seguridad rusos o por grupos mafiosos.
La decisión se produce en el marco de la tensión que enfrenta a ambos países por el caso de envenenamiento con un agente nervioso del ex espía ruso, Serguei Skripal, y en una jornada donde se han conocido los primeros detalles de la muerte por causas aún desconocidas de Nikolai Glushkov, exiliado ruso que vivía en Londres cuyo cuerpo fue encontrado por familiares la noche del lunes.
Glushkov, de 68 años, era amigo del oligarca Boris Berezovsky, acérrimo opositor del Presidente Vladimir Putin, quien fue hallado colgado en su casa de Berkshire (Inglaterra) en 2013, en un aparente suicidio, aunque su entorno aseguró que no creían que se quitara la vida.
En la década de 1990, Glushkov trabajó para la aerolínea estatal rusa Aeroflot y para la compañía de automóviles de Berezovsky LogoVAZ. Y en 1999, cuando el oligarca cayó en desgracia con las autoridades rusas y huyó a Reino Unido, Glushkov fue acusado de fraude y blanqueo de capitales, según el diario británico The Guardian, exiliándose en Londres.
Mientras la policía recopila más antecedentes, el gobierno británico ultimaba este martes las medidas contra Rusia, a la espera de las explicaciones que exigió el gobierno británico al Kremlin. Según la cadena BBC, la reacción de Londres podría considerar la expulsión de los diplomáticos rusos de Reino Unido, congelar activos financieros, rechazar solicitudes de visa, entre otras medidas. A su vez, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que "hemos exigido con una nota oficial acceder a esta sustancia y (...) a todos los hechos de la investigación porque una de las víctimas es la ciudadana rusa Yulia Skripal".