El gobierno británico pidió este lunes una respuesta "fuerte y contundente" al presunto ataque químico en la ciudad siria de Duma, sin acusar directamente al presidente sirio Bashar Al Asad, pero recordando que ya perpetró ataques similares.
En una conversación con su homólogo francés, el ministro de Relaciones Exteriores británico Boris Johnson "subrayó la necesidad urgente de investigar lo qué ocurrió en Duma y garantizar una respuesta fuerte y contundente", explicó el gobierno en un comunicado.
El régimen de Al Asad "fue hallado responsable de usar gas venenoso en al menos cuatro ataques separados desde 2014", recordó.
Tanto Jean-Yves Le Drian como Johnson coincidieron que la reunión de urgencia que mantendrá este lunes el Consejo de Seguridad de la ONU -del que ambos países son miembros permanentes- "podría ser un siguiente paso importante para determinar la respuesta internacional", reclamando que se ponga "sobre la mesa una amplia gama de opciones".
Los Cascos Blancos, socorristas que operan en las zonas rebeldes en Siria, un grupo insurgente y la oposición en el exilio acusaron al régimen de Al Asad de un ataque con armas químicas el sábado en Duma, el último bastión anti-Asad en Guta Oriental, cerca de Damasco, que habría dejado docenas de muertos.