Las negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido para llegar a un acuerdo sobre su relación posbrexit quedaron el jueves al borde del colapso, al punto que los máximos dirigentes señalaron que superar las diferencias “será muy difícil” y un fracaso del diálogo es “muy probable”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, mantuvieron en la noche del jueves un nuevo contacto telefónico, y en esa charla ambos admitieron las dificultades.
“Nos alegramos de los avances sustanciales logrados en muchas cuestiones” pero “aún quedan por salvar grandes diferencias, en particular en materia de pesca” y “superarlas será muy difícil”, señaló la autoridad del bloque en una nota oficial.
En tanto, en una declaración la oficina de premier británico señaló que “parece muy probable que no se llegue a un acuerdo a menos que la posición de la UE cambie sustancialmente”.
De acuerdo con el gobierno de Reino Unido, la postura de la UE en materia pesquera “simplemente no es razonable”, y para alcanzar un acuerdo Bruselas tendría que cambiar de enfoque “significativamente”.
Esta implica que Londres “no puede aceptar una situación en la que sería el único país soberano del mundo sin control del acceso a sus propias aguas”, apuntó el gobierno.
Por ello, las negociaciones estaban en una “situación muy seria”, añade la declaración oficial.
A pesar del pesimismo generalizado, los representantes de ambas partes acordaron que las negociaciones serían retomadas el viernes.
Antes del contacto telefónico, fuentes a ambos lados del canal de La Mancha indicaban que apenas se trataría de repasar las discusiones, pero un funcionario europeo confió a agencia AFP que la solución de la cuestión pesquera “es realmente muy difícil, y de eso depende un acuerdo”.