Los abogados del fundador de Wikileaks, Julian Assange, anunciaron este lunes que han iniciado una demanda contra el exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Pompeo, debido a que “espiaron ilegalmente sus conversaciones” con la copia de sus dispositivos y la posterior distribución de los datos obtenidos a la administración Trump.
Los demandantes -un grupo de abogados y periodistas estadounidenses- alegaron que su información fue robada entre 2017 y 2018, cuando entregaron sus computadores y teléfonos a una empresa de seguridad (UC Global, con sede en España) durante las visitas que realizaban a Assange cuando estaba en la embajada de Ecuador en Londres bajo asilo político.
Dichas acciones, indican los demandantes, violan sus derechos contra el registro y la incautación ilegales, recogidos en la Cuarta Enmienda de la Constitución estadounidense.
La demanda, presentada en la ciudad de Nueva York, afirma que los empleados de la empresa de seguridad, “actuando sin el conocimiento del gobierno ecuatoriano”, copiaron la información de los visitantes -sin su conocimiento ni consentimiento- y se la proporcionaron a la CIA. “Estas acciones fueron autorizadas y aprobadas por el demandado Pompeo”, han señalado en el documento.
Assange permanece encarcelado en Reino Unido desde abril de 2019, cuando fue arrestado después de casi siete años recluido en la embajada de Ecuador en Londres. El fundador de Wikileaks se refugió en un primer momento en el recinto diplomático para evitar su posible extradición a Suecia, donde también estaba siendo investigado, y ante el temor de que fuese un primer paso hacia Estados Unidos.