El líder chino, Xi Jinping, llegará a San Francisco, California, este miércoles para participar de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). La visita de esta semana será su quinto viaje a Estados Unidos como máximo líder de China y el décimo viaje a a ese país en su vida. Durante la jornada se encontrará con su homólogo norteamericano, Joe Biden, en una reunión que promete reconstruir los lazos entre las dos potencias. Desde los medios estadounidenses, ya se han filtrado alguna de las cosas que conversarán ambos jefes de gobierno, y uno de los temas más importantes es el esfuerzo que China pondrá para ayudar en el combate contra el fentanilo, la droga que tiene a muchas de las grandes ciudades norteamericanas con miles de muertos y adictos en las calles.
El acuerdo, asegura la agencia Bloomberg, incluiría que Beijing persiga a las empresas químicas que hacen los compuestos previos, con los que más tarde en Estados Unidos y México, se hace el fentanilo. La última vez que Biden y Xi se habían visto fue hace justo un año, en la cumbre del G20 en Indonesia. Xi, en tanto, no iba a Estados Unidos desde una reunión con Donald Trump en 2017, en Mar-a-Lago.
La parte china de la cadena del fentanilo empieza en Hubei, al centro del país, donde existen varias empresas con laboratorios produciendo químicos en polvo. Entre ellos, está la 4-piperidona, que luego pasa por las manos de carteles mexicanos, que elaboran el producto final: fentanilo en pastillas, píldoras o polvo. De ahí, eso se interna en Estados Unidos.
La DEA, agencia antidrogas norteamericana, señaló que normalmente las empresas chinas en esta cadena usan direcciones de remitentes falsos, o etiquetan mal los productos, para así no ser descubiertas por las autoridades.
Por esto mismo, en octubre de este año el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos contra cuatro de las empresas chinas en la “cadena”, siendo esta la primera vez que se acusaba a una compañía del país asiático de traficar directamente a Estados Unidos.
Estadísticas del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican que más de 150 personas mueren al día en Estados Unidos por sobredosis relacionadas al fentanilo y otros opioides sintéticos. Son los principales causantes de las muertes por sobredosis, con un aumento global de casi 7,5 veces entre 2015 y 2021. Las sobredosis y las intoxicaciones son la tercera causa de muerte en niños y adolescentes de 19 años o menos.
Alrededor de 77.000 estadounidenses murieron por sobredosis de opioides sintéticos como el fentanilo en el período de 12 meses que finalizó en abril de este año, según cálculos provisionales de los CDC citados por The New York Times.
Frente a toda esta situación, el acuerdo al que estarían llegando incluye que Beijing persiga a las empresas químicas, para que se detenga así tanto el flujo del fentanilo como de sus precursores. A cambio, Washington tendría que levantar las restricciones que tiene impuestas al Instituto de Policía Forense de China: aquella entidad, según Estados Unidos, sería responsable de abusos contra los derechos humanos, sobre todo contra la etnia uigur.
El acuerdo se anunciará oficialmente este miércoles, cuando Biden y Xi se encuentren en San Francisco, en el marco de la cumbre de la APEC. Según Financial Times, “marcará un logro significativo para la administración Biden, que ha intentado luchar contra la proliferación del fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína”.
Ya el lunes, consultado por la situación del fentanilo, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, había respondido: “Esperamos ver algún progreso en ese tema la próxima semana. Eso podría abrir la puerta a una mayor cooperación en otros temas en los que no sólo estemos gestionando cosas, sino que en realidad estemos logrando resultados tangibles”.
En un principio, China ya había penalizado y cerrado las fábricas donde se manufacturaba y exportaba fentanilo. Sin embargo, las compañías chinas respondieron vendiendo los precursores químicos del fentanilo a México.
El acuerdo entre Xi y Biden es visto como un logro para el segundo, y un nuevo paso en el visible acercamiento que han venido teniendo ambos liderazgos en los países más poderosos del mundo. La reunión de este miércoles, se espera, durará varias horas, y viene luego de meses de contactos frecuentes entre altos funcionarios de China y Estados Unidos.
Entre los temas a tratar en la reunión, Biden y Xi discutirán sobre la guerra en Medio Oriente, donde se espera que el primero pida al segundo que use su influencia ante Irán para que el conflicto no se extienda. Taiwán también estará en tabla, y se asume que Beijing se quejará sobre las restricciones norteamericanas a las exportaciones de tecnología.
La invasión rusa de Ucrania, los lazos de Corea del Norte con Rusia, los derechos humanos, la inteligencia artificial, así como el comercio “justo” y las relaciones económicas también serían temas a abordar, dijeron altos funcionarios de Washington.
Una de las cosas más esperadas es que se cierre un compromiso oficial, en miras a recuperar un canal de comunicación militar. Ese canal fue roto por Beijing en agosto de 2022, cuando Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes, visitó Taiwán. Tanto esa crisis como la de los “globos espías” chinos que volaron por Estados Unidos, parecerían estar quedando atrás.