La madrugada del 23 de octubre, horas después de su sorpresivo triunfo en la primera vuelta presidencial, el candidato del oficialismo en Argentina, Sergio Massa, recibió un importante mensaje en su teléfono. Era el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo felicitaba por sus resultados en las urnas. “Imenso meu amigo”, le escribió, según el diario Clarín.
Minutos antes, el ministro de la Secretaría de Comunicación Social del gobierno de Lula, Paulo Pimenta, compartía el mensaje de felicitación al abanderado de Unión por la Patria. Publicó fotos en las que se lo ve a él, con su jefe Lula, con Massa y el saliente presidente argentino Alberto Fernández.
Según el periódico argentino, el gobierno brasileño intentó hasta último momento conservar todas las maneras posibles demostraciones públicas de quien era su candidato argentino favorito. Pero no resistió.
Pero subterráneamente Lula venía prestando ayuda a la campaña del ministro de Economía Sergio Massa en Buenos Aires. Según consigna Bloomberg, una veintena de gurús del marketing del presidente brasileño trabajaban junto al candidato oficialista desde agosto, cuando el legislador libertario Javier Milei logró una victoria inesperada en las elecciones primarias, dijeron dos personas con conocimiento directo de la estrategia a la agencia de noticias.
El equipo de Massa, sostiene el medio, buscó ayuda durante una reunión posterior a las primarias con los principales aliados de Lula en Sao Paulo, mientras buscaban cómo responder a la agitada campaña de Milei impulsada en redes sociales, indicaron las personas, que pidieron no ser identificadas al hablar sobre discusiones internas.
El equipo de grandes estrategas de campaña brasileños que ayudó a Lula a derrotar a su oponente de derecha Jair Bolsonaro en las elecciones del año pasado, buscaba ahora repetir la hazaña en Argentina. Y lo logró.
Según el sitio La Política Online (LPO), el ingreso del brasileño Edinho Silva al equipo de Massa se terminó de cerrar a comienzos de septiembre cuando el ministro de Economía mandó a gente de confianza a Sao Paulo a reunirse con el estratega. Massa venía de reunirse con Lula en Brasilia y el presidente brasileño no ahorró gestos en apoyo del ministro.
El medio argentino destaca que Edinho Silva es un dirigente de mucho recorrido en el Partido de los Trabajadores (PT), fue concejal, diputado estadual y federal, presidente del PT de Sao Paulo y secretario de Comunicaciones del gobierno de Dilma Rousseff en 2015. Además, transita su tercer mandato como intendente de la ciudad paulista de Araraquara.
Una de las primeras personas contactadas por el PT para asumir el reto de trabajar en una de las elecciones presidenciales más difíciles que ha afrontado el peronismo desde la vuelta de la democracia al país, en 1983, fue Sidônio Palmeira, que trabajó en varias campañas de Lula.
Contactado por el diario O Globo, Palmeira dijo que los plazos le parecieron demasiado cortos y desistió de ir a Argentina. Pero otros colegas que trabajaron con él en las campañas del presidente brasileño y del ministro de Hacienda, Fernando Haddad, empezaron a hablar con el equipo de Massa pocos días después de las primarias de agosto.
Además de varios brasileños, también estuvo en Buenos Aires Esther Solano, doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Complutense de Madrid, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Federal de Sao Paulo, coautora de La paradoja Bolsonaro, y organizadora de varios libros sobre política contemporánea, entre ellos El odio como política: la reinvención de la derecha en Brasil. Los contactos entre Solano, profunda conocedora de la historia reciente de Brasil, y los enviados del PT son frecuentes, destacó el periódico paulista.
El diagnóstico compartido entre el equipo de Massa y los brasileños, señala La Política Online, es que la elección iba camino a una polarización extrema con Milei, similar a la pelea Lula-Bolsonaro del año pasado. Por eso, se buscaría construir un discurso propio, aprovechar las capacidades de Massa como “comunicador nato” y diseñar una estrategia en redes que pudiera competir con la efectiva estrategia del candidato libertario.
Así, consigna O Globo, Massa comenzó a jugar con los temores que puede despertar Milei, utilizando elementos como el riesgo de una ruptura en las relaciones con China e, incluso, con Brasil. El ministro y candidato también tuvo dos gestos en los que se ve claramente el trabajo del equipo del PT: una disculpa a los argentinos por la crisis y su impacto en la vida cotidiana de la gente; y la afirmación de que asumió el Ministerio de Economía cuando nadie quería tomar un barco que se hundía, a mediados del año pasado.
“Allí está la emoción que el PT quería en la campaña argentina, y que otros estrategas también venían defendiendo, sobre todo las disculpas a los argentinos y, con ellas, una clara decisión de desvincularse del desastroso gobierno de Alberto Fernández y su vicepresidenta, Cristina Kirchner”, enfatizó el medio brasileño.
Cercano a hijo de Bolsonaro
En la campaña del candidato de La Libertad Avanza el responsable de la efectiva estrategia digital de Milei fue Fernando Cerimedo. Fundador del sitio digital La Derecha Diario, Cerimedo trabajó en las campañas de José Antonio Kast y Jair Bolsonaro, como reveló el director de La Política Online, Ignacio Fidanza, en un cruce que tuvo en el programa Intratables con Agustín Romo, candidato a diputado y director de comunicación digital de Milei.
“Sí, Fer trabaja con nosotros y sí, trabajó en las campañas de Kast y Bolsonaro”, aceptó Romo, en un cruce que tuvo amplia repercusión en las redes. Fue la primera vez que desde el equipo de Milei aceptaban públicamente un vínculo que podría llevar hasta el propio Steve Bannon -el principal estratega de la Casa Blanca en la administración del presidente estadounidense Donald Trump-, que en más de una ocasión ha mostrado su entusiasmo con el fenómeno Milei.
Cerimedo, asegura LPO, es amigo de Eduardo Bolsonaro desde 2010 (lo conoció en un curso del consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba en Estados Unidos y organizó la visita a Argentina del menor de los Bolsonaro). En los equipos de campaña de Patricia Bullrich y Sergio Massa lo mencionan como el cerebro detrás de las granjas de trolls libertarios que suele atacar sin piedad a los rivales políticos de Milei, sobre todo en la red social X, antes llamada Twitter.
El diario La Nación detalla que Cerimedo tiene 42 años y figura como dueño de un conjunto de empresas, entre las que está Uprod SRL, Academia Numen, Numen Publicidad y Sondeos, American Apps SA. Antes de abrazarse a la causa libertaria de Milei, dice que participó como organizador de la Juventud Peronista de La Matanza y trabajó para Mauricio Macri durante su intento de reelección, en 2019.
Según el periódico argentino, Milei llegó a incorporar a Cerimedo a su mesa chica e incluso fue uno de los intermediarios para la entrevista que le hizo al candidato de La Libertad Avanza el periodista norteamericano Tucker Carlson.
Pero al empresario experto en marketing digital se le conocieron algunas polémicas, como desarrollar campañas de desprestigio o haber financiado a Milei. Salió ahora a la luz una condena en la Justicia penal por estafa y defraudación por haberle vendido a dos personas un mismo departamento en Mar del Plata, indica La Nación.
Ezequiel Acuña, responsable de contenidos y director de Madero Radio, es la mano derecha de Cerimedo. Ambos fueron los anfitriones de la venida de Bolsonaro hijo a Argentina, destaca el sitio local Data Clave, que asegura que Cerimedo fue el responsable también de la campaña del “No” a la reforma constitucional en Chile.
En el equipo que coordina la estrategia de redes de Milei, también se encuentra Agustín Romo, un dirigente político de 27 años que trabaja en línea con Cerimedo. Es el responsable del equipo de trolls que tiene por objetivo principal instalar las consignas dictadas por Cerimedo y Acuña. Él se encarga de manipular en redes las campañas, posicionar hashtags y conceptos, adquirir bots y organizar la manada de fantasmas pagos que pululan en las redes redistribuyendo los mensajes confeccionados por la usina principal.