Los "chalecos amarillos" han convocado su 56ª sábado de movilizaciones contra el Gobierno para sumarse a la huelga indefinida convocada por sectores clave para protestar contra la reforma de las pensiones. 

Las acciones más importantes están previstas en París, donde ha partido una marcha desde el barrio de Bercy con dirección a la Puerta de Versalles, en el sur de la ciudad. También hay manifestaciones convocadas en ciudades de tamaño medio de todo el país como Mans, Laval o Lons-le-Saunier y en Marsella, donde estará presente el dirigente de izquierda Jean-Luc Mélenchon, y en Burdeos.

Mientras, el secretario federal de la Federación de Sindicatos de Trabajadores/as del Ferrocarril (SUD-Rail), Eric Meyer, ha advertido de que la convocatoria se mantendrá hasta que el Gobierno anuncie la retirada del proyecto de ley de reforma de las pensiones y ha recordado que el próximo martes, 10 de diciembre, hay convocada una nueva manifestación.

Meyer ha destacado la "histórica movilización", una huelga mayoritaria en los ferrocarriles con participación en movimientos interprofesionales "muy masivos", y ha denunciado que el Gobierno pretende con su iniciativa "preparar la apertura de las pensiones a la capitalización".

La movilización social deriva de la reforma de las pensiones planteada por Macron, que aspira a unificar los más de 40 esquemas contemplados actualmente por un único marco que, según el presidente, favorecería la igualdad entre los trabajadores.

Entre las preocupaciones expresadas por los sindicatos figura que el cálculo de las pensiones se haga en virtud de los ingresos obtenidos toda la vida laboral y la suspensión de planes de prejubilación para funcionarios como trabajadores del transporte público y personal médico, si bien el Gobierno todavía no ha terminado de concretar su proyecto.

Impuesto al diésel

Mientras, los camioneros han iniciado este sábado movilizaciones, bloqueos y marchas lentas en al menos 15 puntos para protestar contra el aumento de los impuestos sobre el diésel. 

"El gobierno debe escuchar la ira de los transportistas y trabajar con la profesión en el financiamiento de infraestructura", ha apuntado la Organización de los Transportistas en Ruta Europeos (OTRE) en un mensaje publicado en Twitter.

En las próximas semanas el Parlamento francés tendrá que votar y validar o no el nuevo impuesto al diesel que gravaría a los transportistas franceses y que se incluiría en los presupuestos públicos para 2020.