Es con profundo pesar que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo”, informó esta mañana el Palacio de Buckingham respecto al deceso del esposo de la Reina Isabel II.

Tras 73 años de matrimonio, Felipe se convirtió en el príncipe consorte más longevo de la historia de la monarquía británica. Según detalló el comunicado oficial de palacio, el deceso se produjo en el Castillo de Windsor, a un mes de estar hospitalizado por diversas complicaciones de salud.

Durante las más de siete décadas que ejerció funciones como miembro de la realeza británica, protagonizó diversas polémicas a raíz de sus salidas de libreto o frases emitidas que no respondían al protocolo.

Racismo, misogonia y discriminación, son algunos de los conceptos que marcaron tales dichos por parte de quien ejerció un rol secundario en el reinado de Isabel II.

Xenofobia y racismo

“Los chinos destacan por sus ojos rasgados”, “los escoceses son borrachos”, “los nativos de Nueva Guinea son caníbales”, “los caribeños son piratas”, “los aborígenes australianos se matan a flechazos”, “Filipinas debe estar medio vacío porque están todos aquí trabajando”... estas y otras frases -que Felipe de Edimburgo pronunció públicamente- fueron calificadas como racistas y xenofóbas.

Un ejemplo concreto se remonta a 1999 durante una fiesta organizada en Londres por la oficina de la Commonwealth. Felipe se se dirigió a un invitado afroamericano y le preguntó: “¿De qué exótico lugar del mundo procede usted?”. El interlocutor, Lord Taylor de Warwick, le respondió: “Soy de Birmingham”.

En 2002 emitió una frase en el marco de la inauguración del Ayuntamiento, que fue interpretada como una aversión a los extranjeros. “El problema que hay en Londres es por culpa de los turistas. Causan congestión. Si pudiéramos parar el número de turistas que llegan, podríamos detener la congestión“.

8 años después protagonizó un comentado episodio, esta vez, con el entonces Presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El mandatario estadounidense le comentó que ese día se había reunido con el primer ministro Gordon Brown, el político David Cameron y Dmitri Medvédev, “¿Es que puede distinguir a unos de otros?”, le espetó el príncipe consorte.

Machismo y misoginia

En 1961, durante una visita Scottish Women’s Institute, el príncipe de Edimburgo dijo: “Las mujeres británicas no saben cocinar”. Un ofensa de apariencia menor en comparación a otras que emitió en el futuro.

Durante un viaje a Kenia en 1984, al aceptar un regalo de manos de una mujer, le preguntó: “Eres una mujer ¿no?”.

Décadas después, en una recepción en Escocia al Papa Benedicto XVI, notó que el líder del Partido Laborista de Escocia usaba una corbata de cuadros escoceses, por lo que se le ocurrió preguntarle a Annabel Goldie, del Partido Conservador: “¿Tú también llevas calzones hechos de eso?”.

Incluso Madonna estuvo en medio de un controversial hecho. Cuando Felipe se enteró de que la cantante interpretaría “Die another day”, el tema principal de la película de James Bond protagonizada por Pierce Brosnan y Halle Berry en 2002, dijo en un evento público: “¿Necesitaremos tapones para las oídos?”.

Discriminación y salida de protocolo

Durante un evento en el Caribe en 1999, un grupo de niños sordos estaba al lado de una orquesta de tambores, a quienes el duque de Edimburgo les dijo: “Si están aquí, ya me imagino porque están sordos”.

Un año después, no tuvo problemas en despreciar un selecto vino italiano durante una cena en Roma. “Denme una cerveza. No me importa cuál sea, solo quiero una cerveza”, espetó.

Pero uno de los más polémicos fueron los insultos directos contra los rusos: “Me gustaría ir a Rusia mucho, aunque los cabrones asesinaron a la mitad de mi familia”, dijo en alusión a su abuela paterna, la duquesa Olga de Rusia, quien a su vez era nieta del zar Nicolás I de la dinastía Romanov. Recordemos que los Romanov rigieron Rusia hasta que la Revolución de febrero de 1917 obligó al zar Nicolás II a abdicar.