"Creo que más que nunca es importante votar, porque tenemos que tener más equilibrio en las fuerzas en el Congreso. Yo votaré por un congresista demócrata, lo que es un poco obvio siendo que soy de Chicago", dice a La Tercera, Jennifer Flanigan, analista financiera estadounidense. "Estas elecciones se han vuelto una suerte de referendo para el Presidente Donald Trump. No podemos permitir que se repita lo de 2016", añade.
A seis días de que se celebren las elecciones legislativas en Estados Unidos -en las que se renovará la Cámara de Representantes y un tercio del Senado- el país vive un polarizado clima electoral, que se ha visto exacerbado por la "caravana migratoria", los paquetes con explosivos enviados a prominentes figuras demócratas y la -a veces- incendiaria retórica de Trump, quien ha estado recorriendo el país como si fuera una carrera por la Casa Blanca.
"Los votantes se han dividido en bloques y están decididos. Mientras que algunos de los votantes que no se han decidido se han visto desmotivados por distintas cosas que los han llevado a no votar. Eso podría ayudar a los republicanos. Igualmente, la caravana parece estar desmotivando a los votantes latinos de que vayan a votar, una tendencia que ya comenzó", señaló a La Tercera el encuestador John Zogby.
Por lo general las elecciones legislativas -que se realizan a la mitad del mandato del Presidente de turno- son una suerte de referendo del gobierno y su partido. Sin embargo, en esta oportunidad el resultado podría reforzar a Trump y las políticas republicanas.
En este sentido, según explica la cadena CBS, desde 2002, para la mayoría de los votantes de las elecciones legislativas, la persona que ocupa la Casa Blanca es un factor clave en su voto. En 2010, por ejemplo, el 60% de los votantes dijeron que Barack Obama era una de las razones para votar para la Cámara de Representantes.
Y las últimas encuestas muestran que la figura de Trump podría ser un factor más motivante que otros Presidentes en el pasado. De hecho, el 73% de los votantes en los distritos en disputa reconocen que su voto será sobre el Presidente Trump. De acuerdo a una encuesta de USA Today/Suffolk University, tres en cuatro electores dicen que el Presidente tendrá, al menos, un impacto en sus votos.
Es por este motivo que los demócratas han trabajado incesantemente para teñir de azul la Cámara de Representantes y, hasta ahora, parecen bien encaminados. Así lo señala el resumen de sondeos que realiza el sitio Real Clear Politics, que le otorga 205 escaños a los demócratas y 199 a los republicanos. A su vez, hay 31 escaños que pueden ir a cualquiera de los dos bandos. Para tener mayoría en la Cámara Baja se necesitan 218 asientos.
En todo caso, pese a este liderazgo, los encuestadores no creen que la carrera ya esté ganada. "Al menos la mitad de las carreras competitivas que deben ganar los demócratas son muy reñidas y no se puede definir un ganador ahora. Le doy a los demócratas 50 -50 de posibilidades de ganar la cámara hoy. Las encuestas ahora son meramente un "reporte del clima" y no un proyección a largo plazo", explicó Zogby.
Según el sitio web Cook Political Report, la batalla por el control de la cámara se está peleando en los distritos suburbanos donde Trump es un "lastre" para el partido, no como ocurre en los pueblos o en las zonas rurales donde el mandatario es un activo para la colectividad. "Es por eso que Trump todavía es capaz de impulsar la fortuna de los republicanos en muchos de los estados considerados conservadores", plantea el editor del portal David Wasserman.
Y a medida que se acerca la fecha de la votación, los números a favor de los republicanos parecen ir aumentando, aunque no todavía para darles tranquilidad.
Lucha por el Senado
Mientras que la carrera por el Senado, donde están en competencia 35 escaños, el panorama es más complejo para los demócratas. Esto porque muchos de los distritos más disputados se ubican en los estados en los que Trump ganó cómodamente en las elecciones de 2016, como Florida, Wisconsin, Ohio y Pennsylvania. Eso sí, los republicanos tampoco tienen un panorama muy sencillo. Según los analistas, su pequeña ventaja y sus senadores más cercanos al centro los han puesto nerviosos porque podrían perder. Así, se espera una disputa voto a voto en lugares como Nevada y Texas.
"La polarización es peor que en cualquier otro punto desde la Guerra Civil. Trump es un síntoma de la polarización, un rechazo del cambio social/cultural y muchos estadounidenses que sienten que han sido dejado de lado. Él ha inflamado esas llamas para mantener su base de respaldo", concluyó Zogby.