Los desafíos de Gaza tras el alto el fuego entre Israel y Hamas
Tras el acuerdo existe gran incertidumbre en el enclave palestino sobre el futuro, debido a la devastación que ha dejado el conflicto de 15 meses de duración: más de 46 mil muertos, 1,9 millones de desplazados, y un 70% de las viviendas destruidas o dañadas.
Pese al nerviosismo que rondaba el jueves debido desacuerdos de último minuto entre Israel y Hamas, sumado a las tensiones en el mismo gobierno de Benjamin Netanyahu, que hizo temer un posible fracaso de las negociaciones, finalmente el gabinete de seguridad israelí ratificó, ayer, el acuerdo de alto el fuego para intercambiar docenas de rehenes retenidos por Hamas por palestinos en cárceles israelíes y pausar la guerra en Gaza durante un período inicial de seis semanas.
Después de una reunión de seis horas, que se prolongó mucho más allá del comienzo del sabbat judío, un hecho poco común y un reflejo de la importancia del momento, el pleno del gabinete aprobó el acuerdo y el domingo entrará en vigor el alto el fuego de seis semanas, aunque quedan preguntas clave, incluidos los nombres de los 33 rehenes que serán liberados durante la primera fase de seis semanas del alto el fuego y quién de ellos sigue vivo.
Con esto se pondría una pausa a una guerra que comenzó el 7 de octubre de 2023, después de que Hamas cruzara la frontera, matara a aproximadamente 1.200 personas y tomara a otras 251 como rehenes en Gaza. En respuesta Israel comenzó a atacar el enclave dejando a más de 46 mil personas muertas y miles de heridos. El conflicto que se ha extendido por más de 15 meses se ha convertido en la guerra más larga de Israel desde el conflicto de 1948 que llevó a la creación del país. Así, en medio de la interrogante sobre el futuro de Gaza tras el cese de hostilidades, entre los gazatíes existe una gran incertidumbre sobre lo que se viene.
“El alto el fuego es mejor que esta guerra o mejor dicho que este genocidio. La alegría de este acuerdo es incompleta, debido a que la han anunciado el miércoles, pero va a entrar en vigor el domingo. Y los israelíes se han aprovechado de esto de una manera muy brutal, ya que en las primeras 24 horas tras el anuncio del acuerdo han matado más que 80 personas y 200 heridas. Tenemos, como siempre, el miedo de que Israel no cumpla los acuerdos y ponga obstáculos siempre sobre cualquier cosa. Y una vez que paren de bombardearnos va a empezar la guerra de otra manera. En el tema de la reconstrucción, en el tema de la entrada de comida y la ropa, las ayudas humanitarias. Lo sabemos desde hace mucho, siempre utilizan este método para seguir vengarse de nosotros. Sin embargo, tenemos la esperanza y de seguir y recuperar nuestra vida normal y corriente”, dijo a La Tercera Kayed Hammad, que vive en Ciudad de Gaza.
“La mayor parte de Gaza ha sido destruida hasta el punto de resultar inhabitable. Decenas de miles de personas han muerto y muchas más han quedado mutiladas. La población de Gaza debe soportar la vida en las ruinas de sus hogares, enfrentándose a la intemperie, el frío y el hambre. En el plano político, las consecuencias inmediatas incluirán el debilitamiento militar de Hamas por parte de Israel , lo que podría obligar al grupo a cambiar sus estrategias. Hamas podría acabar perdiendo el control de Gaza y le llevará años reconstruir su estructura organizativa”, sostuvo Awni Almashni, miembro del consejo consultivo del movimiento Fatah y columnista de Ma’an, en un artículo publicado por el medio Middle East Eye.
“Además de las muertes y la devastación en Gaza e Israel, la guerra será recordada por haber ampliado la brecha en torno a la posibilidad de una solución de dos Estados. Para muchos Estados árabes y naciones europeas, el conflicto fue un punto de inflexión para reordenar o declarar su apoyo a un Estado palestino soberano e independiente”, escribió en un artículo Jonathan Panikoff, director de la Iniciativa de Seguridad para Medio Oriente Scowcroft del Atlantic Council.
“Al mismo tiempo, los israelíes de todo el espectro político siguen horrorizados y atónitos ante la idea de que después del sufrimiento que han experimentado (el 7 de octubre fue la mayor pérdida en un solo día para el pueblo judío desde el Holocausto) alguien pueda pensar que ahora es el momento de crear un Estado palestino independiente. Muchos en Israel considerarían que ese resultado aumentaría las probabilidades de que se produzcan más ataques como el del 7 de octubre”, añadió.
Devastación
Desde el comienzo de los bombardeos israelíes contra Gaza, la alta cifra de muertos ha gatillado la preocupación internacional. Sin embargo, una investigación publicada en la revista médica The Lancet este mes estima que el número de fallecidos durante los primeros nueve meses de la guerra entre Israel y Hamas fue aproximadamente un 40% mayor que las cifras registradas por el Ministerio de Salud del territorio palestino.
El análisis estadístico revisado por pares fue realizado por académicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, la Universidad de Yale y otras instituciones, utilizando un método estadístico llamado análisis de captura-recaptura.
Los investigadores intentaron calcular el número de muertos por la campaña aérea y terrestre de Israel en Gaza entre octubre de 2023 y finales de junio de 2024, estimando 64.260 muertes por lesiones traumáticas durante este período. El estudio indicó que el 59,1% eran mujeres, niños y personas mayores de 65 años. No proporcionó una estimación de combatientes palestinos entre los muertos.
Hasta el 30 de junio del año pasado, el Ministerio de Salud de Gaza informó de un saldo de 37.877 muertos en la guerra, que comenzó el 7 de octubre de 2023 tras el ataque liderado por Hamas al sur de Israel en el que murieron 1.200 personas y más de 250 fueron tomadas como rehenes. Según funcionarios sanitarios palestinos, hasta hoy un total de más de 46.645 personas han muerto en la guerra de Gaza, de una población antes de la guerra de unos 2,3 millones.
A lo anterior se suma la destrucción. Los expertos advierten de que los planes contradictorios para una Gaza posguerra y el creciente desacuerdo sobre el papel de la ONU podrían dejar a la población del enclave sumida en la miseria durante años. El Banco Mundial dijo el año pasado que al menos un millón de palestinos no podrían regresar a sus hogares debido a la destrucción.
Un informe publicado por esa entidad en abril pasado, nueve meses antes de que se declarara el alto el fuego, estimó que se necesitarán alrededor de US$ 18.500 millones para reconstruir la Franja de Gaza. Detalló que esa estimación probablemente aumentará porque aún es necesario realizar evaluaciones en el enclave.
En enero de 2025, la ONU dijo que casi el 70% de todas las estructuras de la Franja, incluidas nueve de cada 10 viviendas, habían sido destruidas o dañadas.
De los 2,3 millones de habitantes de Gaza, más de 1,9 millones han sido desplazados, y cientos de miles viven en tiendas de campaña improvisadas, que apenas les proporcionan refugio contra las inclemencias del tiempo.
Por otro lado, se encuentra la preocupación de la gobernanza, que no se abordó en el acuerdo de alto el fuego. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que prometió destruir a Hamas, sigue rechazando cualquier perspectiva de que Hamas regrese al poder. Después de ganar las elecciones legislativas de 2006, el grupo tomó el control de Gaza en 2007, derrocando a la Autoridad Palestina liderada por Fatah y el presidente Mahmoud Abbas.
Las opciones para la gobernanza de Gaza, incluido el gobierno militar o la supervisión extranjera de la distribución de ayuda humanitaria, siguen siendo muy divisivas dentro del gabinete de Israel. Netanyahu, firmemente contrario a una retirada total de tropas de Gaza, ha evitado tomar una decisión, dejando en la nada sus intenciones.
Los medios israelíes informaron que Netanyahu se burló de la idea de reemplazar a Hamas por una coalición árabe interina. Los países del Golfo, entre ellos Arabia Saudita y Qatar, junto con Egipto, Jordania y la Autoridad Palestina, habrían respaldado esta idea, pero Netanyahu dijo que tal cosa no sucedería “antes de que se lograra la victoria total y la erradicación” de Hamas.
“Solo espero que este alto el fuego se mantenga y no se deteriore la situación. No sé si es un buen acuerdo o no. Estoy emocionado por la idea de terminar esta guerra y volver a casa y cuidar de mi familia”, indicó el gazatí Kamal.
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