Las elecciones presidenciales de Argentina, donde Javier Milei fue electo como el próximo presidente, fueron constantemente catalogadas como una de las más inciertas en los últimos años, pero, además, como las más sorpresivas. A la inesperada victoria del libertario en las primarias de agosto, se sumó luego el primer lugar de Sergio Massa en la primera vuelta de octubre, contra todo pronóstico realizado por los sondeos en las semanas previas a la votación.
Sin embargo, lo que se ha mantenido estable por meses, incluso acentuándose tras las votaciones del pasado 22 de octubre, son los desafíos que enfrentará el nuevo jefe de Estado de la nación vecina. A menos de un mes del cambio de mando, el que se realizará el 10 de diciembre, el nuevo inquilino de la Casa Rosada tendrá que hacer frente a complejos desafíos.
Economía e inflación
Catalogada como la principal preocupación de los argentinos, la inflación se encumbra en la lista cada vez que una encuesta se acerca a los ciudadanos. Con una inflación del 120% acumulada en lo que va de año, y una interanual -es decir, entre octubre de 2022 y el mismo mes de 2023- que alcanza el 142%, la tercera más alta del mundo según France24, el próximo mandatario deberá contener la cifra e, idealmente, revertirla.
Según una encuesta realizada por la firma Opinaia, este punto se encumbra como el que más preocupa a los ciudadanos, con un 34% de los consultados indicándolo como su principal temor. Le sigue la corrupción, con el 25%, y mucho más atrás, con el 9%, queda la inseguridad.
La consultora económica uruguaya, Exante, señaló que es imperante que el próximo gobernante argentino “ponga en marcha un ajuste de la deuda pública, dado los abultados vencimientos en 2024, restaure la credibilidad ante los mercados financieros internacionales y corrija un excesivo gasto en subsidios para la contención de tarifas de luz, gas y agua”.
A fines de septiembre, el propio FMI señaló que “la situación de Argentina sigue siendo desafiante y compleja, la inflación está alta y sigue aumentando, las reservas están bajas y las condiciones sociales siguen empeorando.
En cuanto a la propuesta de Milei sobre la dolarización, el ente aseguró que “necesita pasos preparatorios importantes y no es un sustituto para políticas macroeconómicas sólidas”.
Si el nuevo mandatario trasandino busca implementar un plan de dolarización, tendrá que levantar un proyecto de ley y lograr su aprobación en un Congreso en el que no tiene mayorías, y difícilmente podrá convencer a Unión por la Patria de apoyarlo.
De no cuidar la relación con el FMI, Argentina se arriesga a dejar de recibir préstamos de organismos internacionales, de crédito comercial y bancario, señaló La Nación, lo que los llevaría rápidamente a una temida hiperinflación.
Pobreza creciente
Uno de los datos que más enciende las alarmas es la del aumento de la pobreza en Argentina, que afecta a familias enteras, incluidos niños. Según proyecciones de la Universidad Torcuato di Tella sobre el índice de pobreza, que semestralmente es medida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), esta se encontraría cercana al 42,9%.
“Esta proyección sugiere que alrededor del 43% de las personas viven en hogares urbanos pobres. La población urbana capturada por la EPH en el semestre de referencia se estimó en 29,2 millones de personas lo que implica que alrededor de 12,5 millones viven en hogares urbanos pobres”, señaló el informe de la universidad.
En las calles de las principales arterias de Buenos Aires, por las noches contrastan dos mundos. La iluminada y siempre llena Avenida Corrientes, con largas filas para entrar a las obras de teatro que siempre abundan, y el contraste con a veces familias enteras, niños incluidos, sentadas en el suelo pidiendo alguna ayuda económica.
Datos del INDEC publicados en octubre de este año señalan que la indigencia llegó hasta el 9,3%, que se traduce en un aumento del 0,5 versus la medición del primer semestre. En tanto, entre niños de 0 y 14 años, la pobreza alcanzó el 56,2% y la indigencia el 13,6%, 0,9 puntos más que la última versión entregada por el órgano estatal.
Gobernabilidad en el Congreso
Junto con la elección presidencial, el Parlamento de Argentina también pasó por un recambio importante. Se renovó la mitad de la Cámara de Diputados, con 130 puestos en disputa, y 24 asientos en el Senado, un tercio del total.
Con la conformación post elecciones, ninguna fuerza cuenta con la mayoría absoluta en ninguna de las cámaras, pero Unión por la Patria corre con ventaja numérica. Esto significa que cualquier bloque con intención de realizar reformas o leyes importantes, deberá sentarse a negociar con su rival.
A esto se suma la fragmentación en Juntos por el Cambio, la coalición de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, que se trizó luego de que ambos dieran rápidamente su apoyo a Javier Milei tras ser derrotados en primera vuelta. Sus aliados de la Unión Cívica Radical (UCR), así como el ala más centrista del PRO, encarnada en la figura de Horacio Rodríguez Larreta, no estuvieron de acuerdo, con varios de ellos llamando a votar blanco o frontalmente en contra.
En una reciente entrevista con La Tercera, el analista argentino José Ángel Di Mauro señaló que, con Milei en el poder, la coalición formada por Macri y Bullrich saltará por los aires, y si bien “los más duros del PRO, y algunos más se irán con La Libertad Avanza (LLA) y armarán un interbloque”, de todos modos no contaría con los votos necesarios para llegar a la mayoría en la Cámara baja, puesto que lograrían unos 80 de 129, que es el quorum necesario. En la Alta, el escenario será aún más complejo, ya que LLA solo logró siete senadores.