Notoriedad mundial ha alcanzado por estos días el nombre del sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, luego de que instaurara en ese país la pena de muerte por lapidación a los homosexuales, que comenzó a regir desde este miércoles 3 de abril. De hecho, personalidades del mundo artístico como el actor George Clooney y el cantante Elton John han repudiado públicamente la determinación -enmarcada en la aplicación estricta de la ley islámica- de quien además es uno de los hombres más ricos del mundo.
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De Chile, Brunei queda a 16.483 kilómetros y necesariamente se deben realizar al menos escalas para llegar desde Santiago hasta el aeropuerto de Bandar Seri Begawan, la capital de ese país, pagando un boleto que puede costar sobre los $3 millones. Pese a ello, Hassanal Bolkiah no es un desconocido en nuestro país.
Corría noviembre de 2004. En Santiago, las medidas de seguridad se habían extremado ya que el 20 y 21 de ese mes se realizó a Cumbre Apec. El anfitrión era el Presidente Ricardo Lagos, y las máximas figuras internacionales eran el líder ruso Vladímir Putin y el mandatario estadounidense George W. Bush. Justamente, este último generaba la mayor antipatía de los contrarios a la cumbre, por lo que las autoridades no escatimaron esfuerzos para garantizar su integridad y la del resto de los dignatarios, y la correcta realización del foro.
Uno de los asistentes a la Apec 2004 fue, precisamente, el sultán Hassanal Bolkiah, quien en 1997 había sido situado por la revista Forbes como el hombre más rico del mundo, con una fortuna de US$ 38 mil millones. Cuando llegó a Chile, este monto descendió drásticamente a US$ 14,3 mil millones. Pero esta caída en sus arcas no amilanó su carácter excéntrico, que incluía el matrimonio con cinco mujeres, y sus aficiones a los autos y al polo: sus caballos alojaban en su mega palacio en establos que tenían aire acondicionado para los animales.
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El cuarto de la fila de abajo, de izquierda a derecha, es el sultán de Brunei. Al medio, Ricardo Lagos saluda con la mano derecha. Arriba, al lado de la pileta, se aprecia a George W. Bush. Y tres puestos hacia la derecha, aparece el líder ruso Vladimir Putin. Foto: Archivo Copesa.[/caption]
En Santiago, el sultán alojó en la suite presidencial del Hotel Ritz Carlton, en el sector oriente de la capital, cuyo costo por noche era de US$ 2 mil. Y las páginas de los diarios papel de la época consignaron la generosidad del líder del país asiático, quien llegó a dejar propinas que alcanzaron incluso los $500 mil.
Milenko Skoknic declaró por esos días a La Tercera que la de Brunei era "una de las comitivas más reducidas y pequeñas, y la que menos conflicto ha tenido respecto de reservas hoteleras ni de nada. Han sido súper disciplinados. Fantástico tratar con ellos".
Por su parte, Fernando Reyes Matta, jefe de prensa internacional de la Presidencia en aquella época, contó hace 15 años que "no son amigos, pero hay buen diálogo entre Lagos y el sultán. Más allá de las mujeres, el dinero y el polo, es un tipo inteligente, de sólida formación económica, y con estudios en Londres".
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