Los diputados franceses votarán el miércoles una moción de censura que, con toda seguridad, destituirá al Gobierno y sumirá a la segunda economía de la zona euro en una persistente crisis política.

Salvo sorpresa de última hora, el Gobierno francés del primer ministro Michel Barnier será el primero en ser destituido por una moción de censura en más de 60 años, en un momento en que el país se esfuerza por controlar un enorme déficit presupuestario.

En una entrevista televisada el martes, Barnier dijo que seguía creyendo que su Gobierno podría sobrevivir a la votación, prevista para la tarde después de un debate que comienza a las 16.00 horas (1500 GMT).

Pero el ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN) dejó claro el miércoles por la mañana que votaría para derrocar a Barnier junto a los partidos de izquierda. La izquierda y la extrema derecha juntas tienen votos suficientes para derrocar al Gobierno.

A la pregunta de si el RN apoyaría la moción de censura, la diputada Laure Lavalette dijo a la cadena TF1: “Sin ninguna duda”.

Preguntada por las posibles consecuencias catastróficas advertidas por Barnier y sus ministros, Lavalette dijo: “No hay ninguna razón para que esto conduzca a un gran caos. No hay que jugar con los miedos... no todo se va a desmoronar”.

El ministro del Interior, Bruno Retailleau, dijo a CNews: “Nada está acabado hasta la votación, pero vemos que nos dirigimos hacia una censura (del Gobierno)”.

El inminente colapso del Gobierno dejará un agujero en el corazón de la Unión Europea en un momento en que Alemania también está debilitada y en modo electoral, a pocas semanas de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, vuelva a entrar en la Casa Blanca.

El presidente Emmanuel Macron podría pedir a Barnier que se quede en funciones mientras busca un nuevo primer ministro, lo que podría ocurrir el año que viene.