Estrategia militar
Ya van cinco días de guerra y las percepciones sobre la estrategia militar de Rusia han ido modificándose con el correr de las horas. El jueves pasado, cuando comenzó la ofensiva, se pensó que la apuesta de Vladimir Putin solo era la captura definitiva del Donbas, la macrozona donde se emplazan las regiones de Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania. El plan, se pensaba, era que tras un ataque acotado en esa frontera, Rusia pudiese crear un gran corredor desde la península de Crimea -que anexó en 2014- hasta el Donbas. Bastaron unas horas para que hasta el más incauto se diera cuenta de que lo que el Presidente ruso pretende es un conflicto armado en toda Ucrania. Por eso, ha atacado desde Bielorrusia (por la frontera noroeste), por el Mar Negro (desde el sur) y a través de la frontera rusa (por el noreste). Hasta ahora la guerra ha provocado siete millones de desplazados y se espera que 18 millones de ucranianos se van afectados de una u otra manera.
La batalla de Kiev
Es la “joya de la corona”. Al ser la capital del país, su eventual caída en manos rusas podría significar la capitulación del gobierno del Presidente Volodimir Zelensky. Rusia ha atacado Kiev por aire y tierra, principalmente a través de la zona norte, desde su propia frontera y desde áreas bielorrusas. El fuego de artillería ha dado contra objetivos civiles y miles de ciudadanos han debido recurrir a refugios antiaéreos, otros han tenido que huir hacia la frontera con Polonia y Hungría, pero también no pocos se han enrolado en milicias armadas civiles y unidades paramilitares. En Kiev, habitada por casi 3 millones de personas, prácticamente todo está cerrado y la sospecha de unidades rusas infiltradas está a la orden del día.
¿Cae Kharkiv?
Emplazada en el este del país -podría decirse algo así como entre Kiev y el Donbas- se trata de la segunda ciudad en importancia en Ucrania. Las fuerzas rusas irrumpieron el domingo en esta urbe de 1,4 millones de habitantes. Lo hicieron a través de blindados livianos y aquello produjo enfrentamientos urbanos. Al final del día, el gobernador local, Oleg Sinegubov, aseguró que la ciudad estaba bajo control de las fuerzas ucranianas.
Capacidad militar
Según el informe del IISS Military Balance publicado a comienzos de febrero pasado, el total de las Fuerzas Armadas activas de Ucrania asciende a 196.600. En contraste, se estima las fuerzas rusas sobrepasan las 900 mil, de las cuales más de 150 mil se concentraron en distintos puntos de la frontera antes de la invasión. De acuerdo con la agencia Reuters, “la Armada ucraniana se limita a un gran buque de guerra y una docena de patrulleras, frente al poderío de la Flota del Mar Negro de Rusia”. En los últimos ocho años de conflicto armado en el Donbas, con un aproximado de 14 mil muertos, las fuerzas de Ucrania han adquirido experiencia en una guerra de trincheras, al estilo de la Primera Guerra Mundial. “En cambio, las fuerzas rusas demostraron en Siria, donde intervinieron del lado del Presidente Basher Assad, que son capaces de desplazarse rápidamente a través de grandes distancias, montar puentes flotantes para cruzar ríos y sincronizar las maniobras terrestres con los ataques aéreos y de drones”, señaló Reuters. Precisamente los cazas Su-57 y los misiles crucero Kalibr los han utilizado en el marco de la intervención siria.
El fantasma de Chechenia
Pero en una guerra no necesariamente triunfa quien posee más armas. Las complejidades de un conflicto bélico también tienen que ver con las características del terreno, la composición de los aliados, el “momentum global”, el rol de los civiles y en especial, la moral. En ese sentido, varios analistas han comparado la actual ofensiva rusa con la primera guerra de Chechenia (1994-1996). Entre esos años, Rusia intentó recuperar el control de esta república -ubicada en el norte del Cáucaso- que declaró su independencia tras la disolución de la Unión Soviética en 1991. Pese a conquistar Grozny, la capital, no pudieron establecer un control efectivo de la zona y en 1996 Boris Yeltsin, entonces líder ruso, terminó negociando un alto el fuego. Sin embargo, fue Vladimir Putin, entonces primer ministro, quien en 1999 restauró mediante una devastadora ofensiva el control federal ruso sobre Chechenia. El domingo, el Ejército ruso reconoció por primera vez haber tenido muertos y heridos en Ucrania, aunque sin precisar cifras.
Zelensky pide ayuda y negocia
Volodimir Zelensky era un actor cómico que en mayo de 2019 accedió a la Presidencia de Ucrania y que ahora se ha transformado en un icono global. Esto, por su firme decisión de defender a sus connacionales y solicitar llamados desesperados para que Occidente le otorgue ayuda. Zelensky ya había dado muestras de su carácter cuando indirectamente llevó a Donald Trump a su primer impeachment. Esto, tras una llamada de Trump -que había congelado la ayuda en materia de defensa para Ucrania-, en la que le pidió el “favor” de que abriese una investigación contra Hunter Biden y su padre, el exvicepresidente Joe Biden, entonces precandidato del Partido Demócrata a la Casa Blanca. Durante su gestión como jefe de Estado, Zelensky ha puesto en marcha varias reformas, además de apoyar incondicionalmente al Ejército ucraniano en la guerra del Donbas, aunque Ucrania sigue siendo el tercer país más corrupto de Europa (después de Rusia y Azerbaiján), de acuerdo con Transparencia Internacional. “Lucharemos el tiempo que sea necesario”, dijo el sábado.
Negociaciones de paz
El domingo, el Presidente Zelensky dijo que intentará negociar con Rusia. Eso sí, advirtió que “digo las cosas claramente, como siempre: no creo que dé resultado” pero “tenemos que intentarlo”. La apuesta es llevar a cabo algún tipo de negociación en la frontera con Bielorrusia.
La mente de Putin
El Presidente ruso considera al territorio ucraniano como parte de Rusia. Y justifica la ofensiva militar que lanzó el jueves precisamente en ese sentido. Lo que pretende es recuperar el poderío y el estatus global que alguna vez tuvo la Unión Soviética, cuya caída significó para él “la mayor tragedia geopolítica del siglo XX”. Por lo mismo, aprovechó el conflicto con Georgia en 2008 para tomar el control de Osetia del Sur y Abjasia, mientras que en 2014 anexó Crimea al territorio ruso. Todas esas zonas de vital importancia para la salida al Mar Negro. Y podría ir por más. “El plan definitivo de Putin es la reabsorción de Bielorrusia y Ucrania, para un nuevo imperio ruso antes de que él muera o deje su cargo. También podría incorporar Armenia y Kazajistán”, comentó a La Tercera William Alberque, analista del International Institute for Stategic Studies (IISS).
La posición de Europa
La Unión Europea (UE) anunció el domingo un claro aumento de las presiones sobre Rusia, con medidas que incluyen la financiación a la compra y entrega de armas y equipos a las fuerzas ucranianas. “Por primer vez, la UE financiará la compra y entrega de armas y equipos al país bajo ataque”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Estamos cerrando el espacio aéreo de la UE a los rusos. Vamos a proponer la prohibición para todas las aeronaves de propiedad rusa, registrados en Rusia o controlados por Rusia”, agregó.
Mayor conflicto desde 1945
El ataque de Rusia contra Ucrania se ha convertido en el conflicto bélico más grave en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El conflicto en Yugoslavia, que se desarrolló entre 1991 y 2001, afectó a una serie de países que posteriormente obtuvieron la independencia, pero se trató de un conflicto interno, no entre dos naciones.