Los frentes abiertos de la Casa Rosada de Macri

Con la crisis económica al rojo vivo, la incertidumbre se instala y no da respiro a la Casa Rosada. La cuestionada depreciación del peso argentino y la presión para un cambio en el gabinete del Presidente Mauricio Macri, tienen al Ejecutivo evaluando los próximos pasos a seguir. Nuevas medidas de ajustes fiscal suenan como la opción más viable para la administración de Cambiemos de cara al encuentro con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que tendrá el lunes en Washington el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Sin embargo, el impacto político abre nuevos varios escenarios en una Argentina que reclama cambios con las elecciones presidenciales del próximo año a la vuelta de la esquina.

Durante los últimos meses, las encuestas han medido el piso y el techo electoral de Mauricio Macri y Cristina Fernández. Ambos continúan siendo los mejores ponderados de cara a los comicios de 2019 y las dos candidaturas más viables en caso de segunda vuelta. Una encuesta realizada por Management & Fit, entre el 11 y el 26 de julio, es decir, previo al destape del escándalo de "los cuadernos de las coimas" y a la agudización de la crisis económica, daba al mandatario un 35,2% de imagen positiva y 48,1% de negativa. Mientras que la expresidenta y actual senadora alcanzaba un 30% y 55,6%, respectivamente. No obstante, la nueva atmósfera política y económica que se abrió durante las últimas semanas podría poner en jaque a ambas figuras, consideradas por una parte importante de los argentinos como "el mal menor", dando chances a una tercera alternativa, probablemente liderada por el peronismo no kirchnerista.

Para Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría, "el tercer espacio político es el peronismo anti-K, que tiene a los gobernadores como eje y que busca captar a los desencantados de Cambiemos y a quienes rechazan el kirchnerismo", dijo a La Tercera. Según el experto, es una posición que hoy acapara aproximadamente un tercio de la opinión pública, pero "no hay un liderazgo claro, una estrategia definida, ni candidatos predominantes", agregó.

El desplome de la moneda, encendió las alarmas y despertó los peores miedos de los argentinos y del mercado. El temor de una corrida bancaria, o una nueva crisis como la del gobierno del expresidente Fernando de la Rúa (1999-2001) ha puesto todas las miradas sobre el liderazgo de Mauricio Macri.

En aquella época, el desorden económico motivó a masivas manifestaciones callejeras, cuya agudización llevó a la renuncia de De la Rúa y a su salida de la Casa Rosada en helicóptero. Aquella imagen, que quedó para siempre en la memoria de los transandinos, se presenta hoy como un fantasma, especialmente tras las protestas estudiantiles del jueves.

Sin embargo, el politólogo argentino, Ignacio Labaquí pone paños fríos. "Hay varias diferencias a destacar en ambas situaciones", comentó a La Tercera. Primero, recalca que Macri tuvo un importante triunfo en las elecciones de medio término de 2017, mientras que De la Rúa las perdió. Segundo, el actual gobierno controla actualmente la línea de sucesión, es decir, vicepresidencia, Senado y Cámara Baja. En tercer lugar, el Presidente cuenta con el apoyo de su coalición y todavía retiene una popularidad mayor que la del exmandatario, entre otras cosas. "La situación económica actual difiere significativamente de la del colapso de la convertibilidad de aquella época", concluyó.

La emergencia que desató la crisis financiera, económica y política en Argentina obligó al Ejecutivo a replantearse decisiones y maniobras que si bien parecieron ser útiles en un minuto, hoy son fuente de cuestionamientos en medio de la incertidumbre.

En una columna publicada en Infobae, el escritor y periodista Luis Majul, indicó que "hay cosas que podrían y deberían hacerse ya".

Las primeras corresponden a aspectos netamente relacionados con el acuerdo con el FMI y aumentos a restricciones al campo y a frenar los ajustes a las tarifas. En cuanto a lo político, el experto asegura que "hay que ir a un acuerdo" que debe ser "transparente y discutido sin letras chicas".

Sobre lo anterior, lo que muchos consideran un comienzo es el tan esperando cambio de gabinete. Los trascendidos hablan de la eventual salida del jefe de gabinete Marcos Peña. Sin embargo, no sería una cabeza que Macri esté dispuesto a entregar. Por otro lado, el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne, sería otro de los puntos críticos, pero por ahora son nada más que sospechas.

La revelación, hace exactamente un mes, del escándalo de "los cuadernos de las coimas" puso a la cúpula del kirchnerismo en uno de los escenarios más complejos de su historia reciente. El destape de una presunta red de sobornos proveniente de la obra pública y liderada supuestamente por Néstor y Cristina Kirchner, apuntaló fuertemente a este sector.

Las vinculaciones a la expresidenta y senadora en el caso, calaron profundo en la opinión pública, que quedó dividida entre quienes exigen justicia y quienes creen que la causa es una farsa para aniquilar el retorno de Cristina a la Casa Rosada.

Hasta ese minuto y con allanamientos a tres propiedades de la senadora, los problemas económicos del gobierno de Macri parecían no desbordarse de lo negativamente previsible. Sin embargo, la abrupta caída del peso el miércoles ante la inquietud de una recesión y el pedido del mismo Presidente de un adelanto al FMI, dio vuelta la balanza, y abrió nuevamente una esperanza para la oposición.

"La expresidenta será candidata, apostando a que se extienda la percepción de que 'con Cristina vivíamos mejor', aunque hoy su nivel de rechazo le impediría ganar en segunda vuelta", dijo Fraga.

Pero para Labaquí, "la situación judicial tiende a complicarse", por lo que todavía es muy temprano para cantar victoria. Esto, porque faltan 14 meses para las presidenciales y en Argentina eso es mucho tiempo.