Hoy el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil decidirá el destino judicial del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien arriesga doce años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco del caso Lava Jato.
En la instancia, los 11 jueces deberán entregar sus argumentos y votar acerca de la responsabilidad de Lula en los cargos que se imputan.
A pesar de las acusaciones en su contra, el ex mandatario se declara inocente y esperanzado en que podrá ser candidato presidencial en los próximos comicios.
Lula ante el Supremo
La decisión de la justicia de Brasil llegará luego de una investigación que comenzó en 2016 por el magistrado Sergio Moro por sus presuntos vínculos con la empresa brasileña Petrobas.
Moro ordenó la detención y allanamiento de su vivienda en marzo de ese año, acusándolo de haber recibido cerca de 8 mil dólares en sobornos a cambio de favores a la constructora OAS.
En medio del escándalo, la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff le ofreció el cargo de Ministro de la Casa Civil. Sin embargo, al día siguiente un juez suspende el polémico nombramiento.
En julio de 2017 es condenado a nueve años y medio de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, como beneficiario de un apartamento en un balneario paulista ofrecido por la constructora OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras.
Medida que aumentó a 12 años en el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4), luego de que los miembros del poder judicial rechazaran la solicitud de la defensa y ratificaran la condena en enero de 2018.
Hoy si el STF decide rechazar el habeas corpus, presentado por la defensa, Lula podría ir a la cárcel de inmediato o en los próximos días.
En caso de que sea aceptado, el ex mandatario puede recurrir al Superior Tribunal de Justicia (STJ), y luego nuevamente al STF.