A casi un año de las elecciones presidenciales en Bolivia (el 27 de octubre de 2019) y sólo dos meses de las primarias (el 27 de enero), hay 6,4 millones de bolivianos habilitados para votar. De ellos, casi dos millones son millennials (jóvenes de 22 a 29 años) y otros pertenecen a la Generación Z o centennials (de 14 a 21 años). La mayoría ha crecido bajo sólo un gobierno, el del Presidente Evo Morales que lleva más de 12 años en el cargo y que busca su tercera reelección.
La "Encuesta de Valores Sociales y Políticos", realizada por la Universidad Católica Boliviana "San Pablo" de La Paz, le preguntó a los jóvenes sobre la importancia que le dan a la política. Para el 47,5% se trata de algo "no muy importante, mientras que un 27,7% la califica de "algo importante". Solo el 14,9% la considera "muy importante" y el 9,6% "nada importante".
Los miembros de esta generación, que en algunos casos votarán por primera vez, han tomado distancia de la política tradicional y prefieren el activismo a través de las redes sociales. Sin embargo, tienen una postura sobre la gestión de Evo, el referendo del 21 de febrero de 2016 en el que el 51% de los bolivianos rechazó una cuarta candidatura del mandatario y el fallo de la demanda marítima.
Representantes de los grupos millennials y Generación Z hablaron con La Tercera para opinar sobre el gobierno de Evo con el que crecieron. Es el caso de Alejandra Serrate, miembro de Revolución Femenina, que tiene 28 años. A su juicio, la de Morales "es una gestión que ha sido infestada con casos abruptos de corrupción, despilfarro y desconocimiento total a las leyes. Totalmente dañina para la salud democrática del país".
Para otros, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) generó un cambio imposible de lograr, sino fuera por Morales. "Para que Evo sea Presidente se han necesitado décadas de reivindicación de los que no tenían voz. El país ha cambiado. Ya no se gobierna desde el Palacio, sino desde la Casa Grande del Pueblo, y allí entramos todos", sostiene Canela Crespo, estudiante de 25 años.
En cambio, Diego Velázquez, estudiante de 20 años y que votara por primera vez en 2019, considera que el actual "es un gobierno marcado por la corrupción y el prebendalismo". Y agrega: "Este gobierno ha ahondado más las diferencias entre los bolivianos. Nos ha desgastado muchísimo con ese discurso de amigo-enemigo, que tiene su repercusión en la existencia de dos bloques, el oficialismo y la oposición". "Sin embargo, hay gente muy contenta por la bonanza económica", reconoce.
"Evo Morales es el único Presidente del que tengo memoria", destaca Catalina Rodrigo, estudiante de Ciencias Políticas, de 21 años.
Un hecho que ratifica María Diez Canseco, académica de la Universidad Católica Boliviana "San Pablo". "El grueso de esta generación ha sido testigo de un solo gobierno, que es el del Presidente Morales. Es muy probable que este hecho influya en su perspectiva sobre la esfera política, la misma que a sus ojos, no muestra gran dinamicidad", explica a La Tercera.
"Él (Morales) ha sabido aprovechar el contexto económico para promover temas como los bonos e incluso leyes contra la discriminación. No obstante, creo que hemos llegado a ver que las inversiones no tuvieron el rédito que se esperaba y se ha transformado en una administración controladora, sin escrúpulos y que ha debilitado todas las instituciones que conforman el Estado generando un panorama muy oscuro", afirma Catalina Rodrigo.
Según una encuesta de Mercados y Muestras publicada en junio por el diario Página Siete, sólo el 20% de los jóvenes entre 18 y 24 años votaría por Morales. Los millennials y los centennials bolivianos consumen la información a través de las redes sociales y es ahí donde expresan sus opiniones.
De los cuatro jóvenes entrevistados por La Tercera, solo uno señaló que votaría en las próximas elecciones por Morales, siempre que su candidatura sea habilitada por el Tribunal Supremo Electoral el próximo 8 de diciembre. "Los millennials opositores seguro votarán por la opción más fuerte. No hay militancia por parte de mi generación con partidos políticos y si lo sumas al enojo por el no respeto del 21-F es un electorado fácil de capitalizar por una alianza de oposición", dijo Diego Velázquez.
El voto de estas generaciones tendrá una injerencia profunda en el resultado de los comicios, en especial porque las alianzas políticas no han elaborado un plan para identificarse con ellos, por lo que su actuar podría ser una sorpresa.