"Parece que el cambio está en camino. Juntos hemos dado inicio a algo increíble". Con esas palabras, Ayanna Pressley, concejala de la ciudad de Boston, celebró la noche del martes su triunfo en las primarias demócratas de cara a las legislativas del 6 de noviembre, una victoria que la puede llevar a convertirse, casi con seguridad, en la primera mujer negra que representará al estado de Massachusetts en el Congreso de Estados Unidos.
Pressley, la primera afroamericana que ocupó un puesto en el gobierno de su estado, se prepara para representar a un distrito de Massachusetts que en el pasado estuvo representado por iconos demócratas como Tip O'Neill y John F. Kennedy. En el distrito de esta política de 44 años no hay aspirantes republicanos, por lo que Pressley tiene casi asegurado su ingreso en el Legislativo en enero.
Para los analistas, el triunfo de Pressley sobre Michael Capuano, un congresista con 10 mandatos de experiencia, refleja un cambio en el Partido Demócrata, cuya base busca candidatos más jóvenes y diversos que asuman políticas progresistas.
Es el caso de la activista latina Alexandria Ocasio-Cortez, quien con apenas 28 años se impuso en junio a Joseph Crowley en las primarias demócratas por el distrito 14 de Nueva York para la Cámara de Representantes. Ese sorpresivo triunfo se sumó al de la descendiente palestina Rashida Tlaib, quien aspira a convertirse en la primera representante musulmana en el Congreso, por un distrito de Detroit.
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Ayanna Pressley[/caption]
A su vez, Andrew Gillum podría ser el primer gobernador negro en el estado de Florida. En este grupo de outsiders demócratas, una suerte de "mini Obamas", se encuentra también Stacey Abraham en Georgia, que podría convertirse en la primera gobernadora negra del país.
Según el diario The New York Times, la victoria de Pressley está en sincronía con un clima político que ha permitido los triunfos de quienes no eran los favoritos de las encuestas, entre los que figuran mujeres y representantes de las minorías. Además, esto ha enviado un mensaje al establishment demócrata que indica que los "novatos de la izquierda insurgente no tenían ganas de esperar por su turno". "El cambio no puede esperar", suelen decir estos jóvenes políticos.
El diario The Washington Post señaló que "algo revolucionario está ocurriendo en el Partido Demócrata, pero es más una cuidadosa revolución que una agitación turbulenta. Finalmente se están poniendo al día con sus propios votantes", indicó.
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Andrew Gillum.[/caption]
Sin embargo no todos concuerdan. En conversación con La Tercera, Peter Brown, analista del centro de encuestas de la Universidad de Quinnipiac, señaló que si bien "estas victorias demócratas han sido impresionantes, en términos de la política estadounidense no son ni necesariamente sorprendentes ni tienen capacidad de control".
En este sentido explicó que las victorias de Alexandria Ocasio-Cortez y Ayanna Pressley ocurrieron en distritos donde la mayoría de los votantes pertenece a una minoría. "Eso es impresionante en un sentido, pero no parece que haya un cambio real en el Partido Demócrata. Están controlando los mismos escaños. Es verdad que las mujeres que están ocupando esos escaños están teniendo progresos, pero no están ganando escaños en distritos en los que ambos partidos son competitivos", añadió.
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Rashida Tlaib.[/caption]
A juicio de Brown estos resultados representan "una victoria para aquellos en el Partido Demócrata que quieren aumentar la participación de otros sectores más progresistas en ese partido, pero ninguno de ellos son ejemplos de que la oposición a Donald Trump esté avanzando en su agenda, porque la gente que ganó esos escaños va a votar de todas formas por el Partido Demócrata".
En todo caso, la investigación por la trama rusa y las revelaciones sobre el manejo de Trump en la Casa Blanca tienen a Washington en medio de un torbellino político y los demócratas ya están sacando cuentas a su favor, al menos en las encuestas. Así, un sondeo de The Washington Post-ABC reveló que la oposición posee una ventaja de cara a las legislativas, en las que buscan arrebatarle la mayoría a los republicanos, y que son interpretadas como un referendo sobre Trump.
Entre los votantes registrados, el 52% afirma que prefiere a candidatos demócratas frente al 38% que se decanta por los republicanos. De este modo, el Partido Demócrata amplía la distancia de hace cuatro meses respecto a su rival. Sin embargo, para algunos expertos, nada está dicho aún.