Rick Gates, que fue el "número dos" en el equipo de la campaña presidencial de Donald Trump, se declaró hoy culpable de los cargos presentados en su contra en la investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016, según informaron medios estadounidenses. Así, Gates se convirtió en la tercera persona vinculada a Trump que decide colaborar con el fiscal especial,
Robert Mueller, en la investigación que trata de averiguar si el equipo de campaña del actual Presidente se coordinó con Rusia para respaldar la candidatura de Trump y denigrar la de la demócrata Hillary Clinton.
Con este paso, Gates se sumó a los otros dos imputados que aceptaron colaborar con Mueller: el ex consejero de seguridad Michael Flynn y el asesor electoral George Papadopoulos, quien trató de concertar una cita entre Donald Trump y Vladimir Putin.
Aunque los cargos que se presentaron contra Gates son por fraude bancario y fiscal, su proximidad al entorno del ex director de campaña Paul Manafort, también acusado, lo convierten en una pieza clave en las investigaciones. De momento, Manafort sigue negándose a pactar con Mueller. Por el contrario, Gates aceptó declararse culpable de conspiración financiera y de haber mentido al FBI sobre una reunión que Manafort mantuvo con un congresista sobre Ucrania en 2013, a cambio de tener una pena más leve.
Aunque el objetivo inicial de las pesquisas era determinar si el equipo de Trump se coordinó con Rusia en las elecciones de 2016 para ganar, hace tiempo que tomó otra dirección. Ahora, Mueller investiga los estados financieros y fiscales del propio Presidente y también de su entorno.
Así es como aparecieron los nombres de Manafort y Gates, que trabajaron en la red de intereses del Presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, un aliado del Presidente ruso, Vladimir Putin. Hasta el momento, las investigaciones determinaron que de este vínculo se movieron a paraísos fiscales unos 75 millones de dólares y que US$ 30 millones fueron blanqueados en operaciones inmobiliarias en Estados Unidos. "Ocultaron la existencia y propiedad de compañías y cuentas bancarias, y declararon falsamente que no tenían cuentas en el extranjero", señala el escrito de acusación.
Sin embargo, tal como muestran los documentos, Gates transfirió más de US$3 millones de las cuentas offshore.
Hasta el momento Mueller acusó a 13 rusos y tres organizaciones de ese país de usar de manera ilegal las plataformas de redes sociales para sembrar la discordia en el sistema político estadounidense y de realizar acciones que respaldaron la candidatura de Trump.
En una carta a sus amigos y familiares que publicó ABC, Gates dijo que "la realidad es que este proceso legal, probablemente, será muy largo y el costo y consecuencias de ello serán demasiado elevadas. Estaré mejor con mi familia cuanto antes salga de este proceso".
A diferencia de Manafort, que abandonó el cargo en 2016, Gates se mantuvo en el equipo de campaña de Trump hasta el día de las elecciones y participó en el comité de investidura. De igual forma, con Trump ya en el poder siguió acudiendo a la Casa Blanca con frecuencia. Así, en esta línea de investigación el papel del nuevo colaborador del FBI puede resultar determinante.