El presidente ruso Vladimir Putin ha acordado brindar ayuda de seguridad contra las protestas en Bielorrusia si este país lo pide, declaró el presidente bielorruso el sábado después de nuevas manifestaciones multitudinarias que reclamaron su renuncia.
El presidente Alexander Lukashenko hizo estas declaraciones por la noche, horas después de una conferencia telefónica con Putin y nuevos reclamos de los manifestantes de que renuncie después de 26 años en el poder.
Miles de manifestantes se congregaron el sábado en el lugar de la capital donde un manifestante murió en un choque con la policía días atrás. Algunos se quitaron la camisa para mostrar los moretones que según ellos les dejaron los bastonazos policiales.
Fue la séptima jornada consecutiva de enormes protestas contra los resultados de la elección presidencial del 9 de agosto, en la cual Lukashenko ganó su sexto período en el poder, de acuerdo con la autoridad electoral. Los partidarios de la oposición dicen que se amañaron los resultados.
A pesar de la violenta represión policial y el arresto de unas 7.000 personas, las manifestaciones han sido las más grandes y prolongadas desde que asumió Lukashenko en 1994.
Lukashenko y Putin analizaron las protestas en el primer contacto directo, que se sepa, entre los dos mandatarios desde la elección. El Kremlin dijo en un comunicado que ambos expresaron la esperanza de una pronta resolución de la situación.
“Es importante que estos problemas no sean utilizados por fuerzas destructivas para perjudicar la cooperación de los dos países en el marco de la unión estatal”, dijo el Kremlin.
En 1997, Rusia y Bielorrusia firmaron un acuerdo para estrechar relaciones entre los dos vecinos exintegrantes de la Unión Soviética sin llegar a una fusión total. Sin embargo, Lukashenko sospecha que el gobierno de Putin quiere absorber Bielorrusia, lo cual ha provocado disputas entre los dos.
El sábado se realizó un funeral cívico para Alexander Taraikovsky, un manifestante de 34 años que murió el lunes en Minsk en circunstancias que se discuten. Según la policía, murió al estallar en su mano un artefacto explosivo que estaba a punto de arrojar a los agentes.
Pero su pareja, Elena German, dijo a The Associated Press que pudo ver su cuerpo en la morgue el viernes, que sus manos estaban intactas y tenía una perforación en el pecho que a ella le pareció una herida de bala.
Unos 5.000 manifestantes se congregaron el sábado en el lugar donde murió Taraikovsky. Crearon un montículo de flores de 1,5 metros de altura, y los autos que pasaban hacían sonar sus claxones en solidaridad.