El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, quien busca ocupar nuevamente el cargo, dijo el lunes que su rival, el actual mandatario Jair Bolsonaro, lleva a cabo una campaña sucia en contra suya y de su familia.
En su primera conferencia de prensa con periodistas extranjeros desde que comenzó su campaña, el político de izquierda acusó a los simpatizantes de Bolsonaro de difundir falsedades sobre él y su nueva esposa, Rosângela da Silva.
Algunos partidarios de Bolsonaro han usado las redes sociales para asegurar que Lula cerrará las iglesias evangélicas si gana las elecciones de octubre. Lula ha insistido en que está a favor de la libertad de credo y que lo ha demostrado durante sus ocho años en la presidencia (2003-2010). El Partido de los Trabajadores, al que pertenece, ha emprendido acciones legales en contra de un legislador y pastor que difundió tales señalamientos.
Los seguidores de Bolsonaro también han dicho que la esposa de Lula es creyente de una religión afrobrasileña, en un aparente intento de perjudicar el apoyo de los evangélicos al exmandatario.
Rosângela da Silva tuiteó el pasado 9 de agosto que ella y su esposo siempre respetarán la fe de las personas, sin importar cuál sea, y Lula ratificó esa postura el lunes.
A la pregunta sobre los reportes de prensa de que Bolsonaro estaba interesado en cuestionar la fe de su esposa en pautas publicitarias para televisión, Lula respondió: “Nunca involucré a la esposa de ningún presidente en una campaña política. Nunca incluí ningún problema personal de ningún candidato en su vida política”.
“Cuando empiezan a involucrar a las esposas (de los candidatos) en las campañas, es porque no tienen nada de qué hablar”, añadió Lula.
“El único candidato que ha usado noticias falsas”
El expresidente, de 76 años, también acusó a Bolsonaro de ser “el único (candidato) que ha... usado noticias falsas y ha desafiado a las instituciones brasileñas” al insinuar que podría no aceptar los resultados de los comicios. Bolsonaro ha afirmado en reiteradas ocasiones, sin presentar evidencias, que el sistema de votación electrónica del país es susceptible al fraude, mientras que las autoridades y expertos independientes han avalado su confiabilidad.
Durante una entrevista de 40 minutos con la cadena de televisión Globo, se le preguntó el lunes a Bolsonaro si aceptará los resultados de la votación y le pedirá a sus fervientes simpatizantes que hagan lo mismo. Su respuesta fue afirmativa, aunque ambigua.
“Los resultados de la votación se respetarán, siempre que la elección sea limpia y transparente”, dijo en un programa noticioso nocturno. Destacó que las fuerzas armadas, que pertenecen a la comisión de transparencia electoral del país, serán en parte responsables de decidir si los comicios fueron transparentes. También indicó que se ha visto en la necesidad de ser provocador a fin de impulsar mejorías en el sistema de votación.
A Bolsonaro no se le preguntó sobre Lula durante su entrevista, y el mandatario no hizo referencia alguna sobre su rival.
Durante su sesión con la prensa extranjera, a Lula se le preguntó sobre la democracia en la vecina Venezuela, y dijo que defiende la alternancia de poderes en todos los países. Brasil ha mantenido una relación amistosa con presidentes de izquierda que han permanecido en el poder y han obstaculizado a la oposición, como en el caso de Nicolás Maduro en Venezuela y de Daniel Ortega en Nicaragua.
“No hay un presidente que sea irremplazable. Brasil tratará a Venezuela con respeto”, dijo Lula. Más adelante se le preguntó sobre su falta de crítica a los gobernantes autócratas de la región, a lo que respondió: “Siempre he sabido cómo respetar la autodeterminación de los pueblos, no puedo entrometerme”.
“Espero que la Unión Europea trate a Venezuela con respeto y que Estados Unidos restablezca relaciones con Venezuela”, añadió Lula, quien aplaudió los contactos entre Washington y Caracas.