El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, ha atribuido a la juventud y la inexperiencia de su homólogo chileno, Gabriel Boric, sus “prisas” por que todos los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) reconozcan la agresión por parte de Rusia contra Ucrania.
Durante su intervención este martes en el plenario de la cumbre entre la UE y la Celac en Bruselas, Boric aseguró que la negativa de “algunos” a reconocer que la guerra es “contra” Ucrania y no “en” Ucrania estuviera demorando la conclusión de la declaración conjunta, que finalmente se cerró sin el apoyo de Nicaragua. “Hoy es Ucrania, pero mañana podría ser cualquiera de nosotros”, advirtió.
“Posiblemente la falta de costumbre de participar de estas reuniones hace que un joven sea más sediento, más apresurado”, ha valorado Lula en rueda de prensa en Bruselas este miércoles al término de su visita. Boric, de 37 años, está al frente de Chile desde marzo de 2022.
“Yo ya tuve la prisa de Boric”, ha añadido, recordando que durante su primer año de mandato en su primera etapa al frente de París le invitaron a la cumbre del G7 y él también quería que todo se decidiera allí y en ese momento porque consideraba que era importante para su país.
“Pero no se trata solo del interés de Brasil”, ha añadido, subrayando que en la cumbre de la UE y la Celac se dieron cita 60 países con sus respectivas visiones. “Por tanto ni todo el mundo concuerda con nosotros ni todo el mundo tienen la misma prisa ni la misma visión”, ha defendido.
Así las cosas, ha negado que Ucrania fuera el principal tema de discusión durante los dos días de la cumbre, que no ha dudado en tachar de “extraordinaria”. “Fue la reunión más importante en la que participé, la más madura, donde se discutieron los temas que se debían discutir”, ha aseverado.
En cuanto a Ucrania, ha sostenido que “todos sabemos lo que piensa Europa, sabemos lo que está aconteciendo entre Ucrania y Rusia y sabemos lo que piensa América Latina”. A su juicio, la declaración que se pactó fue “extremadamente razonable”.
En concreto, la UE y la Celac, con la excepción de Nicaragua, expresaron su “profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania”, aunque sin mencionar en ningún momento a Rusia, y sobre el impacto que está teniendo en múltiples ámbitos a nivel mundial, y apoyaron “la necesidad de una paz justa y sostenible”.
Brasil quiere la paz
El mandatario brasileño ha vuelto a defender que Brasil quiere la paz y por eso está hablando con otros países de la región pero también con China o Indonesia, con vistas a construir un grupo de países “capaces de convencer a Rusia y a Ucrania de que la paz es el mejor camino”.
Lula ha dicho que entiende el “nerviosismo” de la UE porque tienen una guerra en sus fronteras y ha defendido que precisamente la lejanía geográfica de Brasil respecto al conflicto es algo positivo, puesto que “podemos tener la tranquilidad de no entrar en el clima en el que están los europeos”.
Por ahora, ha reconocido, ni el Presidente ruso, Vladimir Putin, ni el ucraniano, Volodymyr Zelensky, quieren “un empate” porque piensan que van a ganar pero la gente está empezando a estar “cansada” de la guerra.
Así las cosas, se ha reafirmado en que “la condición sine qua non para discutir la paz es que pare la guerra”, tras ser preguntado si coincide con Zelensky en que para empezar a negociar primero tiene que producirse una retirada de las tropas rusas.
Lula, que ha recordado que Brasil ha condenado la invasión rusa de Ucrania apoyando la resoluciones de la Asamblea General de la ONU en este sentido, ha insistido en que “la retirada es parte del acuerdo de paz”. “Después de que pare la guerra, habrá que sentarse en una mesa y discutir”, ha sostenido. “Eso es lo que queremos”, ha asegurado, puntualizando que no está claro que Brasil vaya a ejercer como mediador llegado el caso.