Considerada la antesala de las presidenciales de 2026, las elecciones municipales realizadas este domingo en Brasil medían las fuerzas de izquierda y derecha, encarnadas en el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su predecesor ultraderechista Jair Bolsonaro.
Los comicios transcurrieron de forma “tranquila”, según afirmó en la recta final de la jornada la jueza Cármen Lúcia Antunes, presidenta del Tribunal Superior Electoral (TSE), órgano encargado de organizar los procesos electorales en Brasil.
Todos los ojos estaban puestos en la elección de la alcaldía de Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil y capital económica, con 12 millones de habitantes, donde tres candidatos competían codo a codo después de una campaña agresiva, preparando el escenario para una segunda vuelta el 27 de octubre.
El duelo esperado entre el alcalde saliente Ricardo Nunes, aliado de Bolsonaro, y Guilherme Boulos, apoyado por Lula, se convirtió en una lucha a tres con la irrupción del outsider Pablo Marçal. Los tres estaban empatados técnicamente en intención de voto: 29% para Boulos y 26% para Nunes y Marçal, según un sondeo del sábado del instituto Datafolha.
Con el 99,97% de las urnas escrutadas, Nunes lideraba con un 29,48% de los votos, seguido de Boulos (29,07%) y Marçal (28,14%).
Tras votar, Boulos, del Partido Socialismo y Libertad, evaluó que “esta no fue una elección normal”. “Vimos la marca de la mentira, del odio, cosas que Sao Paulo no merece”, dijo el candidato, al que Lula dio un fuerte espaldarazo el sábado durante un mitin en la megalópolis.
El diputado “es una apuesta personal de Lula. Si es elegido alcalde de la mayor ciudad del país, será una gran victoria para el presidente”, dijo a AFP Mayra Goulart, politóloga de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
“La neutralidad está descartada. Los primeros aliados de Jair Bolsonaro (PL) evalúan que el paso de Guilherme Boulos (PSOL) a la segunda vuelta en las elecciones de Sao Paulo es prácticamente seguro, lo que implicará un posicionamiento explícito del expresidente en las elecciones”, escribió la columnista de O Globo, Bela Megale, antes de confirmarse el paso de Nunes y Boulos al balotaje.
“Si la disputa de Boulos es con el alcalde Ricardo Nunes (MDB), que cuenta con el apoyo oficial del PL y un vice designado por el expresidente, la situación será más cómoda para el capitán. Si, hasta ahora, Bolsonaro ha hecho tímidos gestos de apoyo a Nunes, la expectativa es que, con Marçal fuera de la carrera, se sienta más cómodo comprometiéndose con la campaña”, agregó.
Cuarto mandato para Paes en Río
Otra de las contiendas seguidas con atención era la de Río de Janeiro. Allí, Bolsonaro apoyaba a Alexandre Ramagem, que buscaba evitar que el centrista Eduardo Paes fuera elegido desde la primera vuelta para un cuarto mandato. Ramagem es investigado por supuesto espionaje ilegal de políticos y otras figuras cuando era jefe de inteligencia durante la presidencia de Bolsonaro.
Con el 100% de las urnas escrutadas, Paes se impuso al obtener el 60,47% de los votos, logrando la reelección, según Folha de Sao Paulo. Ramagem, en tanto, alcanzó el 30,81% de los sufragios.
Paes no tenía una agenda de campaña junto al presidente Lula y, durante debates y entrevistas, calificó la alianza con el oficialista Partido de los Trabajadores como asociaciones con el gobierno federal, destacando siempre diferencias específicas con el PT. El objetivo era atraer a una parte del electorado que votó por Bolsonaro en 2022: el expresidente ganó en la ciudad en la disputa con Lula hace dos años, apuntó Folha.
El triunfo de Paes también se considera una buena noticia para el presidente Lula, que deberá contar con un alcalde aliado en el segundo colegio electoral del país en la campaña de 2026, si aspira a la reelección, agregó el periódico.
En 10 capitales, las encuestas ya habían confirmado los sondeos electorales publicados en la víspera, garantizando la victoria de los alcaldes en la primera vuelta, según informó O Globo. Este año, 20 alcaldes buscaron la reelección. El sábado, una investigación realizada por Quaest y Datafolha mostró que en 12 capitales los líderes tenían posibilidades de victoria sin necesidad de una segunda vuelta.
Las encuestas fueron confirmadas principalmente en ciudades donde los alcaldes disfrutaban de una gran ventaja, como Bruno Reis (União Brasil) reelegido en Salvador con el 78% de los votos válidos contabilizados, con el 76% del escrutinio. Lo mismo ocurrió en Recife, con João Campos (PSB). El alcalde capitalino con mayor aprobación en las urnas, sin embargo, fue Dr. Furlan (MDB), en Macapá. Con el 79% de los votos escrutados, ya había garantizado la reelección con el 84% de los votos válidos.
Se trata del mejor resultado, en números absolutos, desde 2008. Ese año, 13 de los 20 alcaldes fueron reelegidos en la primera vuelta. En 2012, la mitad de los alcaldes también fueron reelegidos en la primera vuelta, pero ese año sólo ocho alcaldes intentaron ser reelegidos.