El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 años de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, aseguró hoy que las autoridades podrán arrestarle, pero no conseguirán detener sus ideales.

"Pueden detener mi carne carcomida, pero no mis ideas", aseguró el exmandatario durante un acto celebrado en Sao Paulo para conmemorar los 38 años del Partido de los Trabajadores.

El exmandatario, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, afirmó que están intentando impedir la candidatura "del mejor presidente que el país tuvo".

"Ellos se engañan porque Lula no significa nada por sí solo. Solo tengo alguna importancia porque en este país hay millones de Lula pensando como yo", señaló el exmandatario, acorralado por un total de siete procesos judiciales, la mayoría de ellos por corrupción.

Lula tildó de "analfabetos políticos" a las autoridades que le han interrogado en los últimos años en el marco de las diversas acciones judiciales y subrayó que la única cuestión unánime en Brasil es que ningún partido le quiere en la carrera electoral.

"Saben que si gano no va a sobrar una plaza para el segundo turno", resaltó Lula, en referencia a los comicios presidenciales del próximo octubre.

Lula volvió a cuestionar la intervención federal en el área de seguridad de Río de Janeiro decretada la pasada semana por el presidente de Brasil, Michel Temer, y apuntó los intereses políticos del actual jefe de Estado en dicha decisión.

Para el expresidente, Temer "cambió una propuesta con el 80 % de rechazo", como es la reforma del sistema de pensiones y jubilaciones, por una "con el 80 % de aprobación", al referirse a la cesión del control de la seguridad de Río al Ejército.

Lula, que lidera todas las encuestas electorales, busca presentarse a los comicios de octubre y aceptó la precandidatura lanzada por el PT, a pesar de que en los próximos meses podría ser inhabilitado o llevado a prisión debido a la condena a 12 años de prisión que recibió en segunda instancia por un caso de corrupción.