Lula destituye a “número dos” de inteligencia brasileña, sospechoso de espionaje a políticos en gobierno de Bolsonaro
El mandatario brasileño exoneró al director adjunto del organismo, Alessandro Moretti, investigado por su presunta implicación en una red de espionaje ilegal de adversarios políticos durante el gobierno de su predecesor, Jair Bolsonaro.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó el martes al director adjunto de la Agencia de Inteligencia Brasileña (Abin), Alessandro Moretti, que está siendo investigado por su presunta implicación en una red de espionaje ilegal de adversarios políticos durante el gobierno de su predecesor, Jair Bolsonaro.
Moretti será reemplazado por Marco Cepik, que se encontraba al mando de la Escuela de Inteligencia de Abin. También serán reemplazados los directores de siete de los departamentos de la agencia, lo que demuestra una amplia reestructuración del organismo de inteligencia, informa el portal de noticias G1.
Esta decisión tuvo lugar poco después de que Lula defendiera la salida del actual “número dos” de la Abin, quien tiene “relación” con el diputado Alexandre Ramagem, uno de los principales investigados en el caso, entre los que se incluye a Carlos Bolsonaro, uno de los hijos del exmandatario brasileño.
Lula había negado que se esté persiguiendo a los Bolsonaro, recalcando que “el Gobierno no ordena a la Policía Federal y mucho menos en la Justicia”. Existe una investigación, había explicado, por parte de un juez del Tribunal Supremo, “que es quien ha pedido una orden de registro ante las sospechas de mal uso de la Abin”.
Investigación a hijo de Bolsonaro
El lunes la policía federal había requisado un computador de la Abin que estaba en posesión del concejal Bolsonaro, en el marco de una operación sobre las escuchas ilegales que este organismo realizó durante el mandato de su padre.
La casa y la oficina de Bolsonaro en Río de Janeiro formaron parte de una operación que se involucró también en varios inmuebles de otros sospechosos en Bahía y Brasilia, y que la semana pasada tuvo como principal objetivo al antiguo jefe de la agencia, Alexandre Ramagen.
Carlos ya fue señalado por el exasesor de su padre, el ahora caído en desgracia coronel Mauro Cid, de ser el principal responsable del conocido como gabinete de odio, una estructura paralela con el visto bueno de Bolsonaro para atacar a rivales políticos e incluso a organismos como el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Ante el descrédito de la Abin durante los últimos años, una de las primeras decisiones que adoptó el nuevo gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva fue apartar a los militares de la agencia y hacerla dependiente del gabinete de la Presidencia.
La decisión, si bien planteada durante el periodo de transición -debido a la impronta bolsonarista de muchos de sus miembros- acabó por acelerarse tras los ataques del 8 de enero a las instituciones, en medio de sospechas y acusaciones de connivencia por parte de los militares.
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