El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) realizó su primer primera comparecencia pública tras la anulación el lunes de las condenas judiciales que le impedían ser candidato en 2022.
“Sé que fui víctima de la mayor mentira jurídica en 500 años”, con esas palabras inició su discurso el exmandatario desde el Sindicato Metalúrgicos en São Bernardo do Campo. Además aseguró que no siente odio por quienes lo acusaron y condenaron.
Además agradeció a algunos líderes de la región, quienes lo acompañaron durante los 580 días que estuvo detenido en la sede de la Policía Federal de Curitiba (sur) como el Presidente de Argentina, Alberto Fernández; la Papa Francisco, los exmandatario de Bolivia y Uruguay Evo Morales y José Mujica, respectivamente; el expresidente del gobierno español Luis Rodriguez Zapatero, entre otros.
También destacó a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien celebró la noticia de la anulación de las condenas de Lula.
El lunes, el ministro del máximo tribunal, Edson Fachin admitió los recursos presentados por la defensa el exjefe de Estado y en total invalidó cuatro causas en su contra correspondientes a los casos del Instituto Lula, el tríplex en Guarujá (Sao Paulo) y el caso Atibaia. Dos de ellas que no le permitían continuar con su vida política.
Ahora, el caso debe ser de nuevo analizado por la Corte Federal del Distrito Federal.
“No seguir ninguna decisión imbécil” de Jair Bolsonaro
Por otro lado, el expresidente urgió el miércoles a los brasileños a “no seguir ninguna decisión imbécil” del Presidente Jair Bolsonaro, un escéptico sobre las vacunas, para combatir la pandemia de coronavirus que ya mató a casi 270 mil personas en el país.
“Quiero hacer propaganda para que el pueblo brasileño no siga ninguna decisión imbécil del presidente de la República ni del Ministerio de Salud. Vacúnense, vacúnense porque esa es una de las cosas que pueden librarnos del Covid”, dijo Lula.
El exmandatario de 75 años, anunció que tomaría la primera dosis de la vacuna la semana próxima y lamentó que “las muertes se estén naturalizando” en Brasil, fuertemente golpeado por la segunda ola de la pandemia.
“Muchas de esas muertes podrían haberse evitado, si tuviésemos un gobierno que hubiese hecho lo elemental”, prosiguió Lula.
En ese sentido, declaró que, “lo primero que tendría que haberse hecho el año pasado era crear un comité de crisis” en participación de científicos, pero “teníamos un presidente que hablaba de cloroquina y de gripecita”, prosiguió, en referencia a declaraciones de Bolsonaro que minimizaban la pandemia y preconizaban el uso de medicamentos sin pruebas de eficacia contra la enfermedad.
“Este país no tiene gobierno, no tiene ministro de la Salud, no tiene ministro de Economía” y “por eso está empobrecido”, acusó Lula.