El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió este domingo “restaurar la paz y la unidad” en Brasil ante el “odio de algunos contra la democracia” que “dejó cicatrices y dividió al país”.

Así lo expresó el mandatario en un discurso navideño televisado, en el que recordó “aquel triste 8 de enero”, en referencia a los ataques que llevaron a cabo seguidores del expresidente Jair Bolsonaro hace casi un año contra las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema con el objetivo de derrocar al Gobierno de Lula.

“Fuimos capaces de restaurar las vidrieras en un tiempo récord, pero falta restaurar la paz y la unión entre amigos y familiares”, señaló al respecto Lula, quien recordó que este suceso “separó familias y puso en riesgo a la democracia”.

No obstante, dijo en que aquel “intento de golpe tuvo el efecto contrario” porque “unió a todas las instituciones, movilizó a los partidos políticos por encima de las ideologías y provocó una rápida reacción de la sociedad”. “La democracia salió victoriosa y fortalecida”, aseveró.

En este contexto, Lula revindicó que Brasil es “un solo pueblo y un solo país” y llamó a combatir las noticias falsas, la desinformación y los discursos de odio.

Por otro lado, hizo un balance del primer año de su tercer mandato, destacando la puesta en marcha de programas sociales. Asimismo, destacó las perspectivas positivas de Brasil en medio ambiente y transición energética.

En lo económico, apuntó a un crecimiento del PIB “superior a las previsiones del mercado” y resaltó que la inflación está bajo control, al tiempo que subrayó que Brasil ha vuelto a “ser escuchado en los foros internacionales más importantes”.