Lula se entrega para cumplir su condena por corrupción en una cárcel de Curitiba
El ex Presidente lideró hoy un multitudinario mitin en Sao Paulo en el que reiteró su inocencia y señaló que "(iba a prisión) con la cabeza en alto".
"Voy a cumplir con el mandato y cada uno de ustedes. Todas las voces de aquí se van a transformar en mí y van a hacer lo que tienen que hacer". Con esas palabras y bajo la atenta mirada de un mar de partidarios que lo acompañaban, el ex Presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva anunciaba que iba a cumplir con la orden de arresto en su contra, tras una condena a 12 años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero. Y así fue, el líder de 72 años del Partido de los Trabajadores se entregó hoy cerca de las 19 horas a la Policía Federal (PF), en medio de los gritos de sus partidarios que le decían "no te entregues".
El caos se apoderó de las afueras de la sede del Sindicato de los Metalúrgicos de ABC en las afueras de Sao Paulo, sus partidarios que habían estado todo el día apoyándolo hicieron un cordón para evitar la salida de Lula para entregarse a la policía. Finalmente, el líder petista salió caminando y se subió a uno de los cinco SUV que formaban parte de la comitiva que lo llevó primero a hacerce una revisión en la Superintendencia policial realizada por el director del instituto médico y posteriormente fue trasladado en helicóptero hasta el aeropuerto de Congonhas, donde fue llevado en un avión pequeño hasta Curitiba.
Esta noche, cerca de las 22.30, el exmandatario llegó hasta la sede de la policía federal en Curitiba. Cientos de simpatizantes y detractores se manifestaron a la llegada de Lula. La Policía Federal tuvo que dispersar con gases lacrimógenos a partidario de Lula que protestaban en la puerta de la institución en el momento del aterrizaje del helicóptero. Los detractores, por su parte, festejaron con cacerolazos y fuegos artificiales.
La celda que ocupará tiene 15 metros cuadrados. Si bien el expresidente (2003-2010) tiene siete procesos abiertos por corrupción, fue enviado hoy a la cárcel por un triplex en Guarujá que supuestamente recibió a cambio de beneficiar a la constructora OAS con contratos de Petrobras. Lula ha señalado que ese triplex estaba a nombre de su esposa, Marisa Letícia que falleció en febrero de 2017, y que él nunca lo habitó. El carismático líder petista, que es el favorito para las elecciones de octubre, es la presa mayor del juez federal Sergio Moro, símbolo de la Operación Lava Jato, que reveló una gigantesca red de sobornos enquistada en el Estado, con implicaciones de prácticamente todos los partidos.
El juez Moro emitió la orden de prisión contra Lula el jueves en la tarde, un día después de que la Corte Suprema negara un habeas corpus en que el ex mandatario pedía poder permanecer en libertad hasta que su proceso fuera discutido en tercera y última instancia. Así, Lula tenía como plazo para entregarse las 17.00 horas del viernes, pero el exsindicalista ignoró ese plazo y permaneció en el interior de la sede gremial.
La jornada para Lula comenzó hoy a las 9.30 de la mañana cuando asistió a una misa que se realizó en la sede sindical en recuerdo del fallecimiento de su esposa. Según versiones de prensa, los emisarios del Partido de los Trabajadores (PT) habían negociado con la Policía Federal la entrega de Lula después de la misa, pero eso no ocurrió y al final de ésta dio un emotivo discurso ante sus simpatizantes. "Voy a cumplir la orden de cárcel (...) y cada uno de ustedes se transformará en un Lula", dijo. "Siento mucha tristeza. Este es el fin de una era de conquistas sociales", añadió, en medio de cánticos como "Lula Guerrero del pueblo brasileño" y pancartas con consignas como "Lula Inocente" y "Lula Libre".
Poco después de dar su discurso, Lula sintió un malestar y fue asistido por un médico, pero luego se recuperó, según informó la actual líder de su Partido de los Trabajadores (PT). De esta forma, su entrega se retrasó hasta 26 horas después de cumplido el plazo generando gran expectación.
Previamente, el juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil Edson Fachin rechazó el último intento del equipo legal de Lula para suspender la orden de arresto. La defensa ya había perdido el viernes un reclamo ante la principal corte de apelaciones del país.
Por otro lado, en una entrevista con el China Global Television Network (CGTN), el juez Moro justificó la orden de detención. "(Lula) fue condenado por lavado de dinero y corrupción. Es preciso ejecutar la sentencia. No veo ninguna razón específica para aplazarla", sostuvo.
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