El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a horas de su ingreso a prisión, se recluyó la noche de este jueves en la sede del sindicato metalúrgico en Sao Bernardo do Campo, donde se forjó como dirigente, acompañado por Dilma Rousseff y otros miembros del Partido de los Trabajadores (PT).
Lula, que pasó buena parte del día en el instituto que lleva su nombre, en Sao Paulo, se trasladó a la sede del sindicato tras conocer la decisión del juez Sergio Moro, que ordenó su ingreso en prisión en un plazo que expira mañana viernes.
El ex mandatario está acompañado por su sucesora, la ex presidenta Dilma Rousseff, y varios dirigentes del PT, que han convocado un acto en ese mismo sindicato para hoy mismo, en respaldo a su líder.
La ex presidenta ha manifestado su pleno apoyo a Lula durante este proceso y le ha acompañado en sus horas más bajas, como hizo el ex mandatario cuando en agosto pasado Rousseff fue destituida por el Congreso.
La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, consideró que la orden de Moro "reedita los tiempos de la dictadura" en Brasil y constituye "una violencia sin precedentes en nuestra historia democrática", en un mensaje divulgado en las redes sociales.
Lula, el líder más popular del país, fue condenado por corrupción a nueve años de cárcel en primera instancia supuestamente por haber recibido un apartamento en la playa a cambio de favorecer a una constructora en la adjudicación de contratos públicos.
La condena luego fue ampliada a doce años por un tribunal superior que hoy ordenó la ejecución de la sentencia y permitió a Moro emitir el mandato de prisión.
La decisión del tribunal fue anunciada después de que el Supremo negó el miércoles un "habeas corpus" intentado por la defensa del ex presidente, que le habría librado al menos temporalmente de la cárcel, mientras tramitaban unas apelaciones que le restan en cortes superiores.
Según un oficio dictado por el juez Sergio Moro, responsable del caso en primera instancia, Lula debe presentarse antes de las 17.00 hora local (20.00 GMT) del viernes en Curitiba, y en caso contrario será buscado por las autoridades.