Este jueves, la líder opositora venezolana María Corina Machado se refirió a las elecciones presidenciales que su bloque reclama habar ganado, asegurando que rechaza las propuestas que han surgido en los últimos días para una eventual repetición de los comicios del 28 de julio, tal como señaló Luiz Inácio Lula da Silva, mandatario de Brasil, solo horas antes.
“Plantear desconocer lo ocurrido el 28 de julio, para mí es una falta de respeto a los venezolanos que han dado todo y que expresaron la soberanía popular”, señaló duramente la política venezolana, criticando directamente a quienes hacen eco o proponen esta solución como la salida a la crisis política del país caribeño.
En diálogo con diferentes medios de Chile y Argentina, entre ellos La Tercera, Machado, quien venció en las primarias opositoras de 2023 sin permitírsele inscribirse en los comicios del 28 de julio pasado, aseguró: “Nosotros fuimos a una elección con las reglas de la tiranía, nos dijeron que estábamos locos”. Sin embargo, “confiamos en la organización ciudadana”.
Dos semanas y media atrás, el domingo 28 de julio, el chavismo declaró como vencedor a Nicolás Maduro en unas elecciones cuestionadas por parte importante de Occidente debido a la falta de transparencia. A la fecha, el oficialismo todavía no muestra las actas detalladas con la votación de los 12 millones de venezolanos que participaron de los comicios.
En cambio, la oposición liderada por el candidato presidencial Edmundo González y María Corina Machado, asegura que cuenta con respaldos de las actas enviadas por miles de veedores -preparándose “durante más de un año”, detalló la segunda en la conferencia de prensa de este jueves- que certifican la victoria de González por un amplio margen de votos.
Respetar el voto popular, y particularmente el emitido ese 28 de julio, por ende, es imperioso para el comando opositor a Maduro, ya que “hubo gente que arriesgó su vida, su familia, su hogar, y otros fueron asesinados”, añadió Machado.
Propuesta rechazada
La gran pregunta que ronda en la cabeza de muchos es cómo avanzar, considerando que tanto el gobierno de Nicolás Maduro -que señala haber vencido de forma indiscutible- como la carta opositora, Edmundo González -cuyo comando dice tener copias de las actas que lo declaran como el mandatario electo- aseguran tener la razón.
Fue en ese contexto que Lula lleva un par de días tanteando la posibilidad de ofrecer a las dos partes o la reformulación de las elecciones, con veedores internacionales como garantía, o un posible gobierno de coalición. Así lo presentó este jueves en una entrevista radial.
“Si (Maduro) tiene sentido común podría intentar hacer un llamado al pueblo de Venezuela, tal vez incluso convocar a nuevas elecciones, establecer criterios para la participación de todos los candidatos, crear un comité electoral suprapartidario para que todos participen y dejar acompañar a observadores de todo el mundo”, planteó el mandatario a Radio T, en Curitiba.
Lula agregó que “aún no” reconoce los resultados que dio el Consejo Nacional Electoral de Venezuela, que proclamó a Maduro reelecto con el 52% de los votos, sin presentar públicamente las actas de los centros de votación y dijo que “no quiere actuar de forma apasionada o precipitada”.
El presidente colombiano Gustavo Petro, aliado de Lula en las conversaciones sobre Venezuela, salió rápidamente a secundar a su par brasileño. “De Nicolás Maduro depende una solución política para Venezuela que lleve paz y prosperidad a su pueblo”, escribió el líder izquierdista en X, antes Twitter. “Un acuerdo político interno de Venezuela es el mejor camino de paz. Depende solo de los venezolanos”, añadió.
En una lista de condiciones que considera como fundamentales, Petro apuntó al “levantamiento (de) todas las sanciones contra Venezuela; amnistía general nacional e internacional; garantías totales a la acción política; gobierno de cohabitación transitorio; (y) nuevas elecciones libres” como posibles soluciones.
No pasaron muchas horas para que Machado respondiera. “Se va a una segunda elección”, inició la líder opositora venezolana, pero “si no les gustan los resultados (al chavismo), ¿qué hacemos? ¿Una tercera? ¿Una cuarta? ¿Una quinta, hasta que le gusten los resultados a Maduro? ¿Acertarían eso en sus países?”, cuestionó, en diálogo con la prensa argentina y chilena.
Quien dijo no querer repetir elecciones fue el propio Nicolás Maduro. “Rechazo absolutamente que Estados Unidos esté intentando convertirse en la autoridad electoral de Venezuela”, planteó en televisión estatal. “Biden dio una opinión intervencionista sobre los asuntos internos de Venezuela. Media hora después lo desmintieron”, prosiguió.
La idea tampoco ha tenido acogida en la oposición al mandatario venezolano. Días atrás, Tamara Taraciuk Broner, directora del Programa de Estado de derecho Peter D. Bell del think tank de Washington The Inter-American Dialogue, dijo a Infobae que “la propuesta de nuevas elecciones no tiene ningún sentido”, ya que “en Venezuela hubo elecciones y, a pesar de las enormes dificultades, la gente salió masivamente a votar y hubo un resultado electoral que no es un capricho, sino que es un producto de las actas oficiales que juntaran los testigos en los más del 80 % de las mesas y que dan como ganador a Edmundo González Urrutia”.
Quien tampoco está de acuerdo con una repetición de elecciones es el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Frente a la opción, el mandatario izquierdista advirtió que no parece “prudente” solicitar volver a realizar los comicios. “Vamos a ver qué resuelve el tribunal, es que no creo que sea prudente el que nosotros de afuera, un gobierno extranjero, sea quien sea, opinemos sobre algo que corresponde resolver a los venezolanos”, apuntó en su conferencia matutina.
Otra declaración que podría quedar en el ámbito anecdótico, si no fuera el Presidente de Estados Unidos su protagonista, fue la de Joe Biden ante la pregunta al voleo de una periodista de la Voz de América. “¿Cuál es su mensaje a Maduro? ¿Apoyaría nuevas elecciones en Venezuela?”, le preguntaron en las afueras de la Casa Blanca. “Sí”, respondió el mandatario, para luego seguir con otra consulta de la prensa.
No pasaron muchos minutos para que Washington tuviera que salir a corregir la respuesta de Biden. Sean Savett, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca (NSC, por sus siglas en inglés), señaló en X que “Maduro y sus representantes deben decir la verdad sobre las elecciones del 28 de julio en Venezuela. Está más que claro que Edmundo González Urrutia fue el más votado. Hacemos un llamado para que se respete la voluntad del pueblo y para que se inicien las discusiones sobre una transición de regreso a las normas democráticas”.
Momentos más tarde, añadieron que “el presidente se refería a lo absurdo que es que Maduro y sus representantes no hayan dicho la verdad sobre las elecciones del 28 de julio”.
Otros que rechazaron la idea de repetir elecciones fueron el expresidente colombiano Iván Duque y la directora de la División de las Américas de Human Rights Watch, Juanita Goebertus. “Desde hace semanas, he denunciado en esta cuenta que Brasil, Colombia y México estaban orquestando nuevas elecciones en Venezuela para darle oxígeno y atornillar al dictador. Permitir que la victoria del pueblo, alcanzada contra todas las adversidades, sea burlada, es revictimizar a una sociedad que ha luchado incansablemente por su libertad. Ni nuevas elecciones, ni ‘segunda vuelta’; lo único que debe mediar y negociarse son los términos de la salida de Maduro”, planteó el exmandatario en X.
Por otro lado, Goebertus exigió que “cualquier acuerdo de transición que propongan Gustavo Petro y Lula da Silva debe exigir que se publiquen las actas, que se haga una auditoría independiente y que se respete el ganador allí definido”. Y añadió: “Proponer nuevas elecciones es una burla”.
Machado también descartó un posible gobierno de coalición, otra de las propuestas realizadas por el mandatario brasileño. De las palabras de la líder opositora se desprende que tampoco hay acogida entre los opositores a Maduro en Venezuela. “Hay que tener mucho cuidado, porque los ejemplos a los cuales se hacen referencia son ejemplos donde ha habido diferencias de orden política entre las partes del conflicto. Pero ambos han sido grupos democráticos, y ese no es el caso (venezolano)”.
Aparentemente, Machado hacía eco de los distintos ejemplos citados como gobiernos conjuntos de transición en la región. Petro, por ejemplo, nombró en su mensaje en redes sociales al Frente Nacional colombiano, citándolo como “una experiencia que usada transitoriamente puede ayudar a la solución definitiva”.
La ganadora de las primarias de 2023 adelantó que, dentro de las propuestas que han hecho al chavismo -sin respuesta, de momento-, está el ofrecer “incentivos y salvaguardas” para “una transición a la democracia”. Incluso le han acercado la idea a funcionarios del oficialismo, asegurando que llevarán adelante el proceso sin una “venganza” de por medio.
Migración y el rol de Chile
Otro tema, consultado tanto por La Tercera como por otros medios de la región, fue sobre la crisis migratoria de Venezuela Citando datos de ACNUR, de la ONU, Machado señaló que “entre el 28 de julio y el 5 de agosto, la migración hacia Brasil se incrementa de 50 personas diarias a 353. Se multiplicó siete veces, solo en esa primera semana”.
Y advirtió: “Si Maduro prolonga esta agonía por unos meses más, podríamos estar viendo la oleada migratoria más grande de la historia de Venezuela”. Apuntó a que podría darse un escenario con “3, 4 o 5 millones de venezolanos saliendo por la frontera”.
Sin embargo, confía en que, de lograrse una transición hacia un eventual gobierno de Edmundo González, “verán no solamente cómo esos flujos migratorios se detienen, sino que vamos a empezar a ver a muchos venezolanos devolviéndose”.
La líder opositora no escatimó en agradecimientos a Chile. “Debo decir que, como venezolana, estoy muy agradecida del gobierno de Chile, del Presidente (Gabriel) Boric y del Parlamento de Chile. Y a los chilenos como pueblo en general”, declaró Machado.
“Creo que es uno de los países donde hemos sentido mayor coincidencia a lo largo de todo el período político. Donde hay una posición firme y legítima”, añadió. “Escuchen al Presidente Boric. No pueden acusarlo de ser de derecha”, responde a quienes desde el progresismo cuestionan la postura de Machado y González como, según sus actas, vencedores de las elecciones.
En línea similar, expresó su gratitud hacia Javier Milei, presidente de Argentina, por su rol en el asilo de los aliados de Machado en la embajada argentina en Caracas, hoy bajo custodia de Brasil.
La última mención a Chile llegó con relación al expresidente Sebastián Piñera, quien “era mi amigo”, señaló. “Creyó en Venezuela y en los venezolanos en el momento más difícil”.
“En diciembre de 2014 me habían acusado de magnicidio, y recibí una llamada. ‘¿Qué puedo hacer por tí?’ me dijo. Yo estaba paralizada (...). Y me dijo: ‘¿Te serviría que vaya a Venezuela con otros presientes?’. Y vino”, rememoró.