La ciudadela inca de Machu Picchu, en la región peruana de Cusco, volvió a recibir visitantes este sábado, después de cinco días de cierre por protestas de los pobladores contra las empresas ferroviarias que prestan servicio en la zona.
“Ya se está trabajando y hay bastantes visitantes” en el parque arqueológico, dijo a la AFP Oscar Valencia Aucca, representante del Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu. Indicó que la mayoría son turistas de Cusco y algunas otras regiones de Perú.
Los trenes están trabajando sin problemas y “con las frecuencias y tarifas de siempre”, agregó Valencia.
La reapertura de la ciudadela, la principal atracción turística del país suramericano, había sido anunciada este viernes por las autoridades locales tras la suspensión del bloqueo de las vías férreas de acceso al parque por parte de pobladores de las localidades de Machu Picchu y Ollantaytambo.
Los reclamos incluyen tarifas más económicas y una mayor frecuencia de trenes en la ruta entre Cusco y Machu Picchu por parte de las dos empresas que prestan el servicio, Inca Rail y Perú Rail, a fin de que aumente el turismo nacional ante la esperada caída de visitantes extranjeros por los efectos de la pandemia de covid-19.
El tren es el único medio de transporte para los turistas que visitan la ciudadela, pero también es muy utilizado por los habitantes de la zona.
Machu Picchu (Montaña Vieja, en lengua quechua) fue declarada en 1983 patrimonio de la humanidad por la UNESCO y en 2007 fue elegida como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno en una encuesta mundial en internet.
El parque arqueológico había aumentado el 1 de diciembre su aforo en 40% a 1.116 visitantes diarios, un mes después de su reapertura en el marco de una paulatina reducción de contagios de covid-19 en Perú.
Está previsto que el ingreso a la ciudadela sea gratuito hasta el fin de año.