Una compleja decisión tomó el gobierno del Presidente Mauricio Macri al decidir adelantar los aumentos de las tarifas de los servicios de transporte, luz y agua anunciados el jueves para la primera parte de 2019, con el objetivo de mitigar el costo electoral de cara a las elecciones de octubre, en las que se juega su reelección.
Así, la Casa Rosada busca aplicar ajustes significativos pero paulatinos durante el primer cuatrimestre del próximo año, para reducir los subsidios económicos y cumplir con la meta de déficit fiscal cero, acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras el acuerdo alcanzado en octubre.
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, informó sobre un incremento de 40% en promedio a colectivos, metro y trenes que se aplicará escalonadamente a partir de enero. Desde la Secretaría de Energía explicaron que el suministro eléctrico subirá en promedio 55% en todo 2019, con alzas definidas de 26% en febrero, 14% en marzo, 4% en mayo y otro 4% en agosto. Para el gas, se estipula un ajuste de 35% en el mes de abril.
Según el sociólogo de la UBA y Coordinador del Programa Internacional del Laboratorio de Políticas Públicas de Buenos Aires, Gabriel Puricelli, los aumentos se adelantan "todo lo posible" por razones fiscales y políticas. "(La idea es) que el malhumor social causado por estos aumentos se haya disipado ya cuando empiece la campaña para las primarias (de agosto)", dijo a La Tercera.
Camino a la reelección
Ante la dificultad de subir las tarifas en un año electoral, Macri busca paliar el impacto de la impopular medida en su imagen. De esta forma, la iniciativa también responde a la necesidad del Ejecutivo de presentar un panorama económico mejor que el visto este 2018.
"Al asumir este gobierno en 2015 estas tarifas estaban sensiblemente retrasadas", explicó a La Tercera el experto tributario argentino, César Litvin. De esta forma, con la necesidad de cumplir las metas, "el efecto en el bolsillo de la clase media y baja va a ser irritante. Hay una coyuntura económica no deseada por nadie", agregó el analista.
A pesar del empeoramiento en las cifras económicas, tanto Macri como su equipo han mejorado sus niveles de aprobación hacia fin de año. Según un sondeo de Líderes de Opinión de Poliarquía, el 79% cree que Cambiemos ganará las presidenciales de octubre, mientras que solo el 4% cree que la victoria será para la expresidenta y actual senadora, Cristina Fernández.
"Está demostrada la capacidad de convencer a una parte (pequeña pero potencialmente decisiva) de la población que está insatisfecha con su desempeño de que la alternativa es peor", indicó Puricelli.
De todos modos, la Casa Rosada deberá hacer frente a un creciente ánimo de descontento, no sólo por el aumento de las tarifas, sino porque la pobreza alcanzó un 33,6% (13 millones de personas). A eso se suma que las promesas económicas de Macri, para reordenar el país tras la era de los Kirchner, hasta ahora no se ha visto materializada.