El Presidente francés, Emmanuel Macron, decidió poner fin a las visitas escolares al Elíseo, al contrario de su predecesor François Hollande, que desde 2014 abría regularmente las puertas del palacio presidencial a los estudiantes. Según Le Parisien, la Presidencia rechazó la visita de 18 estudiantes de entre 9 y 11 años inscritos en una escuela de Pantin, en la periferia de París, que habían pedido visitar el Elíseo un "miércoles por la tarde".

El pedido fue rechazado. El Elíseo "está abierto solo en rarísimas ocasiones, como las Jornadas del Patrimonio", replicaron los servicios de Macron, explicando que se trata de la "residencia oficial del jefe de Estado. Si hay gente que pasea, no importa dónde, esto impide al Presidente de la República y la primera dama circular libremente en el edificio".

A los niños se les propuso conformarse con una visita virtual en 3D en el sitio de internet del Elíseo. Y "obviamente están muy desilusionados. Esta visita era parte de su camino de educación cívica. Visitan también la Asamblea Nacional, el Senado y el municipio", dijo un responsable del polo Démocratie de Pantin.

Hace algunos meses los servicios presidenciales también anunciaron el cierre de la histórica sala de prensa que durante años albergaba a los periodistas acreditados en el Elíseo. Los medios podrán trabajar en un lugar adyacente, fuera del edificio.

En tanto, en la víspera de una nueva jornada de manifestaciones contra las reformas del gobierno y tras conocerse hoy un nuevo mínimo en los sondeos de opinión sobre su mandato, Macron tomó hoy una actitud defensiva para justificar su política interior y exterior. "Escucho permanentemente a la gente. Creé mi proyecto basándome en la capacidad de escuchar y comprender en qué estado estaba el país", respondió Macron durante una entrevista al canal BFMTV, realizada en el marco de su visita oficial a San Petersburgo. "Escuchar a la gente no implica ser un veleta de la opinión pública", agregó.