En el marco de la imprevista campaña por las elecciones legislativas en Francia, el presidente Emmanuel Macron ha propuesto una medida poco convencional: prohibir a los niños el uso de teléfonos celulares antes de los 11 años y restringirles el acceso a las redes sociales hasta los 15 años.

La medida se adoptará luego de que especialistas y expertos entregaron al jefe de Estado en el Palacio del Elíseo un informe de 125 páginas al final de abril, alertando de los peligros que implican este acceso temprano sobre los niños, sus hábitos, la violencia, la lectura, la obesidad y la sociabilidad.

En enero, Macron se comprometió a elaborar una legislación más estricta para frenar el tiempo que los niños pasan frente a la pantalla y el uso de las redes sociales.

Según el informe de los expertos, los menores de 11 años no deberían tener teléfono móvil, mientras que el uso de dispositivos inteligentes con acceso a internet debería prohibirse a los menores de 13 años.

El presidente francés Emmanuel Macron hace gestos mientras habla, el segundo día de la cumbre del G7 en el complejo Borgo Egnazia, en Savelletri, Italia, el 14 de junio de 2024. Foto: Reuters

En tanto, las aplicaciones de redes sociales deberían prohibirse a los menores de 15 años, y los mayores de 15 sólo deberían tener acceso a plataformas consideradas “éticas”. Los legisladores serían los encargados de decidir qué plataformas podrían considerarse como tales.

El grupo de expertos, dirigido por la neuróloga Servane Mouton y el profesor de psiquiatría Amine Benyamina, e integrado también por expertos en educación, derecho y tecnología, entregó sus conclusiones a Macron a fines de abril.

Y ahora el presidente francés ha decidido llevar a la práctica las recomendaciones. Macron anunció las medidas en una conferencia de prensa, luego que los expertos informaron al mandatario sobre la exposición de los niños a las pantallas y a las redes sociales. Hablan de una “hiperconexión que experimentan los niños”.

“La tecnología tiene la capacidad de emancipar a los niños, de liberarlos, porque les permite acceder más libre y fácilmente al conocimiento. Por primera vez, sobre un tema determinado, un niño puede saber más que sus padres, su maestro o su ministro. Pero, como todo lo que es moldeado por el hombre, la tecnología también tiene la capacidad de usarse para confinar, alienar y subyugar a los niños”, escribió el grupo en el preámbulo de su informe, según consigna Clarín.

La comisión recomienda autorizar únicamente los teléfonos móviles a partir de los 11 años, a través de un teléfono sin internet, hasta los 13 años.

“Ha surgido un consenso muy claro sobre los efectos negativos, directos e indirectos, de las pantallas, en particular sobre el sueño, el sedentarismo -que favorece la obesidad- o incluso la miopía”, asegura la comisión de expertos.

Para “recuperar el control”, piden impedir todo uso de las pantallas por parte de niños menores de tres años, abriendo posteriormente, entre los tres y los seis años, un acceso “muy limitado”, “con contenidos de calidad educativa y acompañados de un adulto”.

Asimismo, proponen “limitar al máximo” el uso de teléfonos móviles y televisores en las maternidades. Recomiendan prohibir las computadoras y televisores en las guarderías y en las aulas infantiles. Piden “acciones reforzadas” con los cuidadores de niños y la prohibición de los juguetes conectados antes de los seis años, excepto las cajas de cuentos.

La comisión también recomienda autorizar únicamente los teléfonos móviles a partir de los 11 años, a través de un teléfono sin internet, hasta los 13 años. A partir de los 13 años, sugiere regalar un teléfono inteligente sin acceso a las redes sociales, para luego abrir este acceso a partir de los 15 años, sólo en redes calificadas como “éticas”. No se recomienda el acceso a redes sociales como TikTok, Instagram o Snapchat antes de los 18 años.

Actualmente el uso de teléfonos móviles en la escuela y la universidad está prohibido únicamente para los estudiantes en Francia. Sin embargo, el personal directivo, así como los equipos educativos deben demostrar un uso razonable de sus dispositivos de comunicación, para permitir que los estudiantes comprendan plenamente la medida.