El presidente francés, Emmanuel Macron, viajaba a la isla de Nueva Caledonia en el Pacífico a última hora del martes, dijo su oficina, poco más de una semana después de que estallaron disturbios en el territorio francés de ultramar, que dejaron seis muertos.
Australia y Nueva Zelanda estaban evacuando a turistas de la isla mientras la violencia dejaba un rastro de destrucción con tiendas saqueadas, automóviles incendiados y barricadas en las carreteras que restringían el acceso a medicinas y alimentos.
Las protestas, señaló Reuters, fueron provocadas por la ira entre los indígenas canacos por la reforma constitucional aprobada en París que cambiaría quién puede participar en las elecciones. Los líderes locales temen que el cambio diluya el voto canaco.
Macron se reunirá con funcionarios electos y representantes locales el jueves para un día de conversaciones centradas en la política y la reconstrucción de la isla, dijeron sus asistentes.
El presidente se marcha “con espíritu de responsabilidad”, declaró la portavoz del gobierno francés, Prisca Thevenot, tras el consejo de ministros, sin dar detalles sobre esta misión a la que se refiere ni precisar cuánto tiempo permanecerá el jefe de Estado en el archipiélago.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, ahondó al respecto: “Macron discutirá con todas las fuerzas de Nueva Caledonia. El objetivo es... preparar y anticipar la reconstrucción”. “El presidente también irá allí para restablecer el diálogo”, agregó.
Pero la reacción inicial mostró que renovar el diálogo no será una tarea fácil, más aún cuando los líderes independentistas culpan de los disturbios a que Macron impulsó la reforma electoral a pesar de la oposición local.
“¡Aquí viene el bombero después de provocar el incendio!”, escribió en la red social X Jimmy Naouna, del Frente de Liberación Nacional Kanaco y Socialista (FLNKS) de Nueva Caledonia, en respuesta a la noticia de la visita de Macron.
La isla se encuentra a unos 20.000 km de Francia continental y a unos 1.500 km al este de Australia. Ha sido sacudida durante mucho tiempo por los movimientos independentistas. La violencia de la semana pasada ha sido la peor allí en 40 años.
El 24 de septiembre de 1853, por orden del entonces emperador Napoleón III, Francia tomó oficialmente posesión de Nueva Caledonia y le dio a la colonia el estatus de territorio de ultramar en 1946. El asentamiento se caracterizó a partir de 1864 por la colonización penal, con más de 20.000 convictos detenidos allí hasta 1897.
Nueva Caledonia es el tercer productor mundial de níquel, mineral utilizado para fabricar acero inoxidable y baterías para vehículos eléctricos, pero el sector está en crisis y uno de cada cinco residentes vive por debajo del umbral de pobreza. La extracción del níquel provocó varias oleadas migratorias, sobre todo desde Asia, Tahití y las Antillas, destaca Radio Francia Internacional.
Aunque predomina el sector terciario, casi una cuarta parte de los empleos del sector privado están vinculados al níquel. Pero el sector atraviesa una grave crisis debido a la caída de los precios, los costos energéticos y la competencia extranjera. Para los independentistas es un sector crucial, ya que el níquel es la base de una independencia viable, y abogan por una transformación en origen.
Según el diario The Wall Street Journal, los partidos independentistas están luchando contra una propuesta francesa que levantaría las restricciones a la exportación de níquel sin procesar y daría prioridad a los envíos a las fábricas europeas de baterías para vehículos eléctricos.
“El níquel es riqueza para Nueva Caledonia”, dijo Macron el año pasado durante un viaje al archipiélago del Pacífico. “También es, y lo subrayo, un recurso estratégico importante para Francia y Europa, en un momento en el que hemos emprendido un esfuerzo masivo de reindustrialización”.
Los disturbios son un golpe a los planes de Francia de utilizar sus territorios de ultramar para contrarrestar la influencia de China en el Océano Índico y el Pacífico, lo que París llama su estrategia del Indo-Pacífico, destaca el Journal. La vasta región alberga algunos de los depósitos minerales más ricos del mundo. Las empresas chinas han invertido mucho en el sector del níquel de Indonesia, transformando al país en el mayor productor mundial del metal y en un importante proveedor de las fábricas de vehículos eléctricos de China.
La demanda de níquel ha aumentado en los últimos dos años porque es un material fundamental para las tecnologías de energía limpia, principalmente las baterías de iones de litio que alimentan la mayoría de los vehículos eléctricos del mundo. La Agencia Internacional de Energía dice que la demanda de níquel en las baterías de vehículos eléctricos se cuadriplicará para 2030 a medida que los gobiernos presionen a los consumidores para que compren vehículos eléctricos.
Pero por ahora, la industria de Nueva Caledonia está en problemas. Un aumento de la nueva producción de Indonesia y una caída en la industria de los vehículos eléctricos han hecho descender los precios del níquel, casi un 40% desde principios de 2023. Los costos de energía y mano de obra de Nueva Caledonia son mucho más altos que los de Indonesia, mientras que el contenido de níquel de su mineral está cayendo. Las tres plantas procesadoras de níquel del archipiélago están perdiendo dinero, apunta el diario estadounidense.