Los candidatos de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia ya están decididos: el centrista Emmanuel Macron se medirá con la ultraderechista Marine Le Pen en el balotaje del próximo domingo 24 de abril, luego de que ambos consiguieran más votos que los otros 10 candidatos que participaron de la carrera por el sillón del Palacio del Elíseo.
Con poco más de un 27% de los votos, el actual presidente y líder de La República en Marcha recibió el respaldo de casi todos los candidatos eliminados de la elección, en miras a evitar la llegada de Le Pen al poder: entre ellos, Valérie Pécresse, de la derecha tradicional, y Anne Hidalgo, del Partido Socialista. Solo el polemista de extrema derecha Éric Zemmour se cuadró con la líder de Agrupación Nacional.
Con estos resultados se repite el escenario de 2017, cuando Macron y Le Pen tuvieron su primer balotaje. En ese entonces, el centrista ganó con el 66% de los votos, pero los expertos aseguran que esta diferencia puede ser menor en esta ocasión, donde el desgaste de la popularidad luego de cinco años de mandato podría jugarle en contra al actual Presidente.
Según los resultados divulgados por el Ministerio del Interior, con el 96% escrutado, el actual jefe de Estado y candidato a la reelección obtuvo un 27,4% de los votos en la primera vuelta celebrada ayer, frente al 24,1% de los cosechados por Le Pen.
Jean Luc Mélenchon, el candidato de Francia Insumisa y única esperanza de la izquierda en estas elecciones, quedó en tercera posición con el 21,5% de los votos. El cuarto lugar fue para el ultraderechista Éric Zemmour (7%), que adelantó a la candidata de Los Republicanos, Valérie Pécresse, en el quinto puesto, con el 4,8% de los apoyos. A continuación, se ubicó el ecologista Yannick Jadot, con un 4,5%.
La votación, celebrada tras una atípica campaña marcada por la invasión rusa de Ucrania, agudiza además el declive iniciado en 2017 de los partidos tradicionales -los socialistas y Los Republicanos (derecha)-, que lograrían menos del 10% de los votos en total. De hecho, la aspirante del Partido Socialista Anne Hidalgo sufrió un batacazo histórico, con apenas un 1,7% de las preferencias, y en décima posición, casi a la cola de los 12 candidatos en competencia.
Además, se agudizó la abstención, que llegó al 25%, superior al 22,2% registrado en 2017. Se trata de el porcentaje más alto desde 2002, cuando un 28,4% de los votantes se quedó en sus casas, según el diario Le Monde.
En el contexto internacional, el resultado de la segunda vuelta es una cuestión crucial para la Unión Europea (UE): en este momento, Francia ejerce la presidencia temporal del bloque, pero, además, los dos candidatos presentan posturas distintas respecto de la función de la UE. Mientras Macron ha respaldado con fuerza el lugar de la Unión Europea en el mundo, además de las sanciones que ha aplicado en el conflicto ruso-ucraniano, Le Pen es una euroescéptica histórica. Con la victoria del populista Viktor Orban en Hungría la semana pasada, el miedo a otro líder de extrema derecha en el continente se reforzó.
Emmanuel Macron, hoy de 44 años, ganó la presidencia francesa el año 2017, volviéndose el mandatario más joven en la historia de la república, triunfando en el balotaje con un 66,1% de los votos, frente al 33,9% de Le Pen. Pero hoy, el centrista se prepara para una batalla mucho más dura frente a la líder de Agrupación Nacional, su némesis política: la nacionalista promete cambios sísmicos para Francia, tanto dentro como fuera del país, si llega a ser electa como la primera presidenta del país europeo.
El partido de Le Pen tuvo éxito durante esta campaña al enfocarse en aquellos aspectos que no mostraban su imagen extremista. Las promesas de abolir el impuesto sobre la renta a los menores de 30 años, bajar el valor añadido al petróleo, la electricidad y los peajes de autopista resonaron entre los votantes mas jóvenes de Francia, según destaca The Economist. A pesar de eso, las tres principales preocupaciones de Agrupación Nacional siguen siendo las mismas: inmigración descontrolada, islamismo y la seguridad bajo amenaza, agrega la publicación.
Luego de conocerse las primeras estimaciones de voto, los candidatos perdedores se volcaron en masa a dar su respaldo a Macron, en lo que se conoce en Francia como el “voto barrera”, en miras a impedir la llegada de la extrema derecha al poder. La derechista Valérie Pécrese advirtió de “consecuencias desastrosas” si Macron no llegaba a triunfar en el balotaje, además de recordar los lazos de Le Pen con Moscú. “Todo en el alma de Francia dice que no a los extremos. El proyecto de Marine Le Pen conjura al país a la discordia y su proximidad histórica con Vladimir Putin la desacredita para defender los intereses de nuestro país”, declaró la candidata de Los Republicanos.
Por su parte, la socialista Anne Hidalgo solicitó: “Para que Francia no caiga en el odio de todos contra todos, les pido solemnemente que voten este 24 de abril contra la extrema derecha de Marine Le Pen. Asimismo, el tercero en la carrera, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, dejó clara su postura para la segunda vuelta: “Nosotros sabemos por quién jamás votaremos. Y para el resto, como se los dije hace cinco años: los franceses son capaces de saber lo que es bueno para su democracia. No hay que darle ni un solo voto a Le Pen”.
El único candidato que respaldó a la abanderada de Agrupación Nacional fue Éric Zemmour, del partido Reconquista, a la derecha de Le Pen. Siendo esta su primera campaña presidencial, el también escritor tuiteó: “Estoy determinado a seguir el combate, y no me equivocaré de adversario. Esa es la razón por la cual llamo a votar por Marine Le Pen”.
“Invito a los ciudadanos, cualquiera que sea su sensibilidad, a que se unan al proyecto que represento para hacer barrera frente a la extrema derecha”, clamó Macron en su intervención ante los militantes, en la Puerta de Versalles, tras agradecer a los candidatos que le habían mostrado su apoyo para la segunda vuelta, en especial a Jean-Luc Mélenchon.
“Haré todos mis esfuerzos para convencer de que el único proyecto para Francia y Europa somos nosotros”, señaló Macron en su cuartel general, ante cientos de simpatizantes. “El 24 de abril podemos hacer la elección de la esperanza, de Francia y de Europa”, aseguró ante los gritos de “presidente”.
“El próximo día 24 se juegan dos visiones de la sociedad, la de la división y el desorden, o la de la unión de los franceses en la justicia social y la protección. Todos los que no han votado a Macron están invitados a sumarse a esta unificación”, pidió, por su parte, Le Pen tras conocer los primeros resultados.