Por amplia mayoría fue aprobado ayer el nuevo plan del Ministerio de Sanidad ante el Consejo Interterritorial de Salud, que aumentará las restricciones en las grandes ciudades de España que cumplan con tres parámetros epidemiológicos de alto riesgo por una circulación “descontrolada” de Covid-19. Las nuevas medidas dejarían bajo confinamiento a 10 municipios madrileños, lo que ha provocado un nuevo enfrentamiento entre las autoridades nacionales y de Madrid, ya que estas últimos se oponen a un cierre.

“Cuando uno va al médico espera que le digan la verdad. Como ministro de Sanidad tenemos una responsabilidad y la situación en Madrid es compleja. El acuerdo fue aceptado (el martes) por la Comunidad de Madrid. Nadie entiende su marcha atrás ahora, ni los madrileños ni los españoles. La salud de Madrid es la salud de España”, apuntó ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ante la prensa local, redoblando la advertencia de que “vienen semanas duras”.

España es el país de la Unión Europea (UE) más golpeado por los rebrotes y en el informe de ayer registraron “el segundo mayor incremento de la segunda ola” con 11.016 nuevos contagios desde el viernes, de los cuales 4.810, es decir un 43%, provienen de Madrid. El país registra un total de 769.188 contagios y 31.791 fallecidos por la pandemia.

Un mesero desinfecta una mesa en un local en el centro de Madrid, ayer. Foto: AP

Por esto, las autoridades de Salud acordaron con las comunidades autónomas la puesta en marcha de un nuevo protocolo para evitar repetir el colapso sanitario de marzo. En esa línea es que deberán quedar en cuarentena todas las ciudades españolas que tengan más de 100 mil habitantes y que superen las condiciones impuestas: 500 casos o más por 100 mil habitantes en 14 días; una positividad superior al 10%; y un ocupación de pacientes positivos al virus en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) mayor al 35%.

De esta manera, cuando los informes verifican el cumplimiento de estos criterios, la comunidad debe ordenar “un confinamiento perimetral del municipio” en un plazo “máximo de 48 horas”, dejando a la población bajo una serie de nuevas restricciones.

En lo más general, las personas no podrán salir o entrar de los municipios cerrados, salvo que sea con un permiso para “desplazamientos justificados”, como ir al médico, trabajar o estudiar; ayudar a adultos mayores, niños, personas con discapacidad o vulnerables, así como para realizar trámites esenciales (renovación de documentos, judiciales o notariales urgentes".

Los españoles tendrán libre movimiento dentro de su localidad, y deberán cumplir con el uso obligatorio de mascarilla y distanciamiento social, aunque sin una total libertad, debido a que el número máximo de participantes en una reunión familiar o social en espacios abiertos o cerrados es de seis personas. Al mismo tiempo, el aforo será del 50% en los locales y servicios, que funcionarán solo hasta las 22.00. A su vez, los parques infantiles suspenderán sus actividades y los lugares de culto tendrán una asistencia máxima de “un tercio” del aforo.

Estos lineamientos son el “mínimo”, por lo que las comunidades pueden incluir otras medidas sanitarias. En tanto, las ciudades con menos de 100 mil habitantes estarán siendo monitoreadas para ver la evolución del virus.

Oposición de Madrid

A pesar de concentrar el 30% de los contagios totales a nivel nacional, con 235.196 casos de coronavirus y más de 19 mil diagnósticos detectados en la última semana, la Comunidad de Madrid se rebeló contra el programa que busca detener la propagación del virus. Aunque la mayoría de las comunidades respaldó la normativa, Madrid, Cataluña, Galicia, Andalucía y Ceuta declinaron su apoyo.

Una mujer con una mascarilla protectora camina en el barrio de Orcasitas, que ha estado bajo bloqueo parcial, en medio del brote de la enfermedad por coronavirus en Madrid. Foto: Reuters

Mediante un comunicado, la zona liderada por Isabel Díaz Ayuso acusó la falta de “un texto consensuado y basado en criterios técnicos, no en tres genéricos” para imponer limitaciones, y anunció que no aplicarán las normas para todo Madrid capital, ya que, a su juicio, “hay diferencias de incidencia en los distintos distritos de la ciudad”.

Según el Ministerio de Sanidad, en los próximos días saldrá publicada la decisión, “que es vinculante y para lo que no se contempla la opción que no se sigan las medidas”.

Sin embargo, al final del día, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, desafió a La Moncloa tras asegurar que el borrador no fue “aprobado por consenso” y “no es jurídicamente válido”. También señaló que los indicadores de la capital evidencian una “situación favorable”, por lo que rechazan el “mensaje de alarma y de crispación, que está trasladando el ministro de Sanidad y, por lo tanto, el gobierno de España, hacia Madrid”.

La capital defiende que ya mantiene 45 zonas con una cuarentena local, algo que el Ministerio de Sanidad catalogó como insuficiente. Fue esto lo que derivó en las conversaciones del martes, cuando las autoridades acordaron un criterio nacional para ordenar cuarentena en las ciudades con una incidencia acumulada mayor a 500 casos por 100 mil habitantes en dos semanas. A las críticas al plan se sumó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, que enfatizó que “bajo ningún concepto” la urbe puede volver al confinamiento total.