El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó sin pruebas al líder opositor Leopoldo López de ser el cabecilla de la banda del Tren de Aragua y afirmó que buscan desestabilizar el orden público en ese país, sacudido por una crisis política tras las irregulares elecciones presidenciales que mantuvieron en el poder al chavismo.
El mandatario venezolano aseveró que los sectores opositores a su gobierno pretenden utilizar al grupo criminal como herramienta para generar violencia en el periodo postelectoral. “Sé que Estados Unidos, los organismos de inteligencia, manejan cómo Leopoldo López (…) dirigía el Tren de Aragua desde España, desde Estados Unidos, hacia Venezuela”, dijo Maduro en un acto oficial. “El FBI sabe lo que estoy diciendo”, enfatizó.
También afirmó que Héctor Rusthenford Guerrero, conocido como “El Niño” Guerrero, líder de la banda, era un agente estadounidense y “supervisó personalmente parte de los disturbios y la violencia criminal ocurrida los días 29, 30 y 31 de julio”, en relación con las protestas tras los comicios que resultaron en 28 fallecidos, cerca de 200 heridos y más de 2.400 detenidos.
Varios de los arrestados fueron trasladados a la prisión de máxima seguridad de Tocorón, en Aragua, donde el Tren de Aragua operó durante años hasta que -de acuerdo al gobierno- fue desarticulado.
El Tren de Aragua, conocida por su actividad delictiva en varias regiones de Venezuela y en otros países de la región, ha sido objeto de atención mediática y política.
Leopoldo López, quien se encuentra en el exilio en España, ha rechazado las acusaciones de Maduro, calificándolas de infundadas y parte de una estrategia para desviar la atención de la crisis humanitaria y económica que atraviesa el país.