El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, envió a Estados Unidos a emisarios para negociar con el entorno del mandatario electo Donald Trump, una propuesta migratoria para mejorar las relaciones entre ambas naciones y en la que el tema de la migración irregular tuvo un foco especial.
Uno de los objetivos de los enviados del régimen chavista se centró en el intento de lograr un relajamiento de las sanciones económicas a cambio de recibir a los migrantes deportados en Venezuela, según reveló el diario Washington Post.
Como ambos países no tienen conexión aérea tras romper relaciones en 2019, a EE.UU. se le dificulta repatriar a las personas indocumentadas. En octubre del año pasado, luego de los acuerdos de Barbados, ambas administraciones acordaron la deportación a través de México y se concretó un vuelo que llegó con cien venezolanos a Caracas.
En enero de este año, la vicepresidenta del gobierno de Maduro, Delcy Rodríguez, anunció que se revocaban los vuelos en respuesta a nuevas sanciones estadounidenses del gobierno de Joe Biden.
Sin embargo, estas repatriaciones parecen ser la carta de entrada de Maduro para tratar de obtener a cambio alivio o levantamiento de las sanciones por parte de la próxima administración estadounidense, especialmente en la industria petrolera, pues, de concretarse una política dura por parte de los republicanos, los problemas económicos volvería a la nación sudamericana.
Según el medio estadounidense, el ofrecimiento de Maduro no fue del interés del equipo de Trump, quien “no quiere” ni le interesa depender del petróleo venezolano.
En los últimos días, Maduro ha modificado su tono con Estados Unidos, pero sin cargar directamente contra Trump. Lo hace en contra de la oposición venezolana y, en particular, contra María Corina Machado y el secretario de Estado Antony Blinken, quien dio a conocer esta semana, después de cuatro meses, que Estados Unidos reconocía a Edmundo González como presidente electo.
“Se van a arrepentir”, dijo Maduro este miércoles refiriéndose a la oposición si intentan sacarlo del poder. “Se van a arrepentir si se meten con lo más sagrado que tiene Venezuela: su Constitución, la paz y su pueblo. Solamente les digo, se van a arrepentir, sé lo que digo”, insistió el gobernante venezolano.