El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, escaló las tensiones con Chile tras insistir, en una alocución por televisión, en la denuncia hecha el domingo por el ministro de Comunicaciones de ese país, Jorge Rodríguez, quien implicó a Chile en el fallido atentado con drones que sufrió el Mandatario el pasado 4 de agosto durante la conmemoración del 81 aniversario de la Guardia Nacional Venezolana.

"Hoy tenemos elementos de participación de diplomáticos de Chile, Colombia y México, en los hechos del atentado del 4 de agosto (…). Estoy dispuesto a que se nombre una comisión internacional y compartir todos los los elementos que tenemos", señaló Maduro.

El Jefe de Estado añadió que "todavía hay gobiernos como el de Chile, que está embarrado, bien embarrado de esta operación. Cada vez aparecen más elementos de sectores del gobierno chileno de derecha, de Sebastián Piñera, involucrados y embarrados en esta operación".

Las tensiones comenzaron el domingo. El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, pidió a los gobiernos de Chile, Colombia y México, aclarar si funcionarios de sus embajadas apoyaron la fallida fuga de Henriber Enmanuel Ribas Vivas, alias "Morfeo", uno de los involucrados en el fallido atentado. El sujeto, en una confesión difundida por el secretario de

Estado, dijo que había recibido instrucciones para establecer contacto con un funcionario de la embajada chilena, quien lo ayudaría a cruzar a Colombia.

"Tiene que explicar la embajada de Chile por qué un asesino, un terrorista (…), recibe la instrucción (…) de que se dirija a la embajada", dijo el domingo Rodríguez.

Ese mismo día, la respuesta de La Moneda no tardó en llegar, afirmando que "el gobierno de Chile rechaza de la forma más enérgica las gravísimas y calumniosas insinuaciones y amenazas del gobierno de Nicolás Maduro", agregando que consideran "de la más alta gravedad las amenazas expresadas por el gobierno venezolano en contra de la integridad de nuestra representación diplomática".

Hoy, el gobierno estampó su molestia a través de una nota de protesta al embajador de Venezuela, Arévalo Méndez, quien fue citado por la Cancillería tras la vinculación al Ejecutivo en el atentado al mandatario venezolano.