En medio del desmarque de aliados que piden “transparencia” en el escrutinio de los resultados, el presidente Nicolás Maduro pidió el miércoles al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela que realice una auditoría de las elecciones presidenciales después de que los líderes de la oposición cuestionaran su afirmación de victoria, lo que provocó críticas de los observadores extranjeros que dijeron que el tribunal es demasiado cercano al gobierno para producir una revisión independiente.
Maduro acudió al TSJ para introducir un recurso contencioso ante la Sala Electoral con el fin, según dijo, de que el máximo tribunal aclare todo lo relacionado con el anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) que lo declaró ganador de las elecciones presidenciales de este 28 de julio.
También aseguró que tanto el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y sus aliados del Gran Polo Patriótico (GPP) están “listos” para consignar el 100% de las actas con resultados electorales que avalarían su triunfo en los comicios.
“Me arrojo ante la justicia”, dijo Maduro a los periodistas fuera de la sede del Tribunal Supremo de Justicia en Caracas, y agregó: “Pido ser investigado, interrogado, interpelado como candidato, como jefe de Estado y ganador, doy la cara y me someto a la justicia”. “El GPP y el PSUV están listos para presentar el 100% de las actas electorales y espero que la Sala haga lo mismo con cada partido, sé lo que les digo, se van a enterar, las pruebas ya aparecieron”, aseguró, aunque con tono de molestia ante los magistrados, según consignó el medio venezolano Efecto Cocuyo.
Esta es la primera concesión de Maduro a las demandas de mayor transparencia sobre las elecciones, destaca la agencia The Associated Press. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia está estrechamente alineado con su gobierno; los magistrados del tribunal son propuestos por funcionarios federales y son ratificados por la Asamblea Nacional, que está dominada por simpatizantes de Maduro.
El Centro Carter, institución autorizada por el CNE para participar con una misión de observadores electorales independientes en las presidenciales de Venezuela, criticó la solicitud de auditoría de Maduro y dijo que el tribunal no proporcionaría una revisión independiente.
“Hay otra institución gubernamental, que es designada por el gobierno, para verificar las cifras del gobierno para los resultados electorales, que están en duda”, dijo Jennie K. Lincoln, quien encabezó la delegación del Centro Carter que monitoreó las elecciones en Venezuela. “Esta no es una evaluación independiente”.
El grupo, con sede en Atlanta, dijo el martes por la noche que la elección “no cumplió con los estándares internacionales de integridad electoral y no puede considerarse democrática”. “El Centro Carter no puede verificar ni corroborar los resultados de las elecciones declaradas por el Consejo Nacional Electoral”, expresó la organización en su comunicado de poco más de una página. “El hecho de que la autoridad electoral no anuncie resultados desglosados por mesa electoral constituye una grave violación de los principios electorales”, aseguró.
El Centro Carter desplegó 17 expertos y observadores en Venezuela a partir del 29 de junio, con equipos basados en cuatro ciudades.
El llamado de Petro
Desde las elecciones, la presión contra Maduro ha ido en aumento. El Consejo Nacional Electoral, que es leal a su Partido Socialista Unido de Venezuela, aún no ha publicado los resultados impresos de los centros de votación, como lo hizo en elecciones anteriores.
El aliado cercano de Maduro, el presidente colombiano Gustavo Petro, se unió el miércoles a otros líderes extranjeros para instarlo a publicar los recuentos de votos detallados. Así, pidió un escrutinio transparente del conteo de los votos y propuso llegar a un acuerdo entre gobierno y oposición que permita el respeto máximo a la fuerza que haya perdido las elecciones, el que puede ser entregado como una declaración unilateral de Estado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
“Las graves dudas que se establecen alrededor del proceso electoral venezolano pueden llevar a su pueblo a una profunda polarización violenta con graves consecuencias de división permanente de una nación que ha sabido unirse muchas veces en su historia”, escribió el mandatario en X.
“Invito al gobierno venezolano a permitir que las elecciones terminen en paz permitiendo un escrutinio transparente con conteo de votos, actas y con veeduría de todas las fuerzas políticas de su país y veeduría internacional profesional”, agregó.
Un día antes, otro de los aliados de Maduro, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, junto con el presidente estadounidense Joe Biden pidieron la “publicación inmediata de datos electorales completos, transparentes y detallados a nivel de los centros de votación”.
Celso Amorim, excanciller brasileño y asesor internacional de Lula, se reunió la tarde del lunes con Maduro, ocasión en la que el mandatario venezolano le aseguró que su gobierno “entregará las actas electorales en los próximos días”, de acuerdo con fuentes diplomáticas citadas por el diario brasileño O Globo.
“Nuestra paciencia y la de la comunidad internacional se está agotando, se está agotando la espera de que las autoridades electorales venezolanas sean sinceras y publiquen los datos completos y detallados de esta elección para que todos puedan ver los resultados”, expresó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en conferencia de prensa.
AMLO: “No hay pruebas” de fraude
Por su parte, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aseguró este miércoles que “no hay pruebas” sobre el supuesto fraude electoral en Venezuela. “Vamos a esperarnos. Yo creo que se tienen que presentar pruebas, las actas, y pienso que deben tener actas, aunque se hayan llevado a cabo de manera electrónica, creo que en el procedimiento hay actas, hay constancias para saber qué sucedió”, respondió el mandatario a una pregunta de EFE durante su conferencia matutina.
Al respecto, el excanciller mexicano Jorge Castañeda, en una columna de opinión publicada en el diario El Universal, aludió al desafió que, a su juicio, enfrenta AMLO con su postura frente al cuestionado proceso electoral en Venezuela. “Se esperaba un comunicado de Brasil, Colombia y México, aún inédito, que demandaría la publicación de las actas. Pero los dos gobiernos sudamericanos han externado mayor escepticismo que el de México. Petro y Lula son pro-chavistas y pro-cubanos, pero son también realistas, por ser vecinos. López Obrador y su canciller saben que el fin del régimen de Maduro entrañaría severas consecuencias para la dictadura cubana, que México se vería forzado a sustituir a Venezuela como proveedor eterno de todo, a un país que ya no produce nada. Sacrificar a Maduro implica abandonar a Cuba o hacerse cargo. Pero separarse de Brasil y de Colombia, si Maduro no sube las actas, significa quedarse solo en la región con Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia, y en el mundo con Irán, Rusia y China. Dilema desgarrador para este gobierno, aunque obviamente no para cualquier demócrata”.
Según O Globo, desde el lunes, los gobiernos de Brasil, Colombia y México intentan elaborar una declaración conjunta sobre la situación política en Venezuela, que contenga una posición clara sobre el resultado de las elecciones presidenciales. Fuentes diplomáticas que siguen las conversaciones entre los tres gobiernos, que adoptaron lo que se ha llamado “una tercera posición” (no se sumaron a las acusaciones de fraude de la oposición, pero tampoco reconocieron la reelección de Maduro), aseguraron al diario carioca que el texto aún no ha sido publicado por varias razones, entre ellas la fuerte resistencia del gobierno mexicano a aceptar varios de los términos propuestos por colombianos y brasileños.
Uno de los puntos en discusión es cómo expresar la necesidad de que, si eventualmente el gobierno de Maduro entrega las actas de votación, como lo solicitaron Brasil y Colombia, entre muchos otros, dichas actas sean verificadas. Colombia, dijeron fuentes de Bogotá, aboga por la verificación “internacional”. Brasil ha estado defendiendo una verificación “imparcial”. “En diplomacia, la semántica importa mucho”, destaca O Globo.
En Bogotá, fuentes del gobierno de Petro aseguran que Brasil tenía reservas sobre el término “internacional”. El presidente colombiano “se sintió incómodo con la divulgación de la comunicación entre Lula y el presidente estadounidense, Joe Biden”, indicó el medio brasileño. Petro, agregaron las fuentes, “estaba esperando la publicación de la nota trilateral desde el lunes, y al ver la comunicación de Lula y Biden decidió hablar solo”.
En México, en tanto, todavía hay una diferencia entre AMLO y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. Si bien López Obrador dice que no hay pruebas del presunto fraude denunciado por la oposición, Sheinbaum llamó a “transparencia” en el proceso electoral. “Escuché al presidente (López Obrador) hablar del 80% de los votos escrutados, pero hay que esperar el conteo final”, declaró.
El giro de Podemos
En España, por su parte, el izquierdista partido Podemos también pareció cambiar de postura: ahora pide la publicación de las actas de las elecciones venezolanas. Dos días después de celebrar los resultados, el secretario de Organización de Podemos y número tres de la colectividad, Pablo Fernández, reclamó este miércoles que se publiquen todas las actas de los comicios.
“Que se haga todo con transparencia”, manifestó Fernández, al tiempo que pidió que se respeten “los derechos humanos y la voluntad del pueblo venezolano”. “Insisto, que se publiquen las actas, que se enseñen las actas, que se haga todo con transparencia total”, señaló.
Las declaraciones de Fernández difieren de las expresadas el lunes por la eurodiputada y número dos de Podemos, Irene Montero, quien señaló que “el pueblo venezolano ha elegido a Nicolás Maduro como Presidente. La comunidad internacional y observadores internacionales deben garantizar el respeto a los resultados por todas las partes dentro y fuera del país”. Montero insistió además en que “la derecha debe entender que la democracia se respeta también cuando pierde”, según escribió en un mensaje en X.