Se comenta que las presiones llegaron a tal nivel que cuando el Palacio de Miraflores recibió, días antes de su publicación, el informe elaborado por Michelle Bachelet como Alta Comisionada de para Naciones Unidas para los DD.HH. sobre la situación en Venezuela, quería modificar gran parte de la información en que la expresidenta denuncia torturas y tratos "inhumanos" por parte del régimen de Nicolás Maduro.
No obstante, de manera casi simultánea, cuando la cuenta oficial del organismo internacional publicaba el duro documento, el chavismo divulgó uno propio con comentarios que apuntan a "errores de hecho del informe de la Alta Comisionada". Se trata de 70 observaciones que en las que el gobierno venezolano crítica al escrito de 18 páginas de la expresidenta. Errores en los que apuntan a la "omisión" de contenido y que claramente los perjudica.
Uno de las principales reproches realizados por el chavismo apuntan al apartado de "Consideraciones Generales" en que Bachelet describe la gravedad de la crisis económica. "El informe señala diversos factores que supuestamente inciden en la situación del derecho a un nivel de vida adecuado en Venezuela. En dicha referencia, omite incluir el impacto generado por las medidas coercitivas unilaterales adoptadas por el Gobierno de los Estados Unidos contra el país", señala el documento publicado en la cuenta de Twitter de la Cancillería de Venezuela.
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La Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, junto al canciller venezolano, Jorge Arreaza el pasado 19 de junio en Caracas[/caption]
"No se puede comparar con otras crisis"
En las 11 páginas en que el Palacio de Miraflores crítica el documento de Bachelet también se señala entre comillas que la "crisis" de Venezuela es una crisis humanitaria "que no puede compararse con las crisis humanitarias en Gaza, Yemen, Libia", entre otras, porque cuando "Venezuela solicitó asistencia médica al Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, la demanda fue rechazada porque 'sigue siendo un país de altos ingresos... y, como tal, no califica para recibir tal asistencia'".
Finalmente, a través de un comunicado, el propio canciller Jorge Arreaza rechazó categóricamente "las acusaciones injerencistas levantadas en su contra (de Venezuela) en relación con el respeto de los derechos humanos, especialmente desde el Gobierno de EE.UU., que ha cometido innumerables faltas a la dignidad humana en el mundo entero".