"Solo puedo decir desde mi corazón a todos ustedes: ¡gracias por tanta conciencia popular!". Con esas palabras el reelecto Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sellaba su triunfo esta noche con 5,8 millones de votos (de un total de 20,5 millones de electores), en las cuestionadas elecciones celebradas esta jornada, que lo mantendrán en el Palacio de Miraflores hasta 2025. En su largo discurso, el mandatario convocó a una gran jornada de "diálogo nacional" con todos los sectores de Venezuela para construir un nuevo modelo económico. "Mi llamado es amplio, estoy aquí y tengo plena conciencia de los retos que vamos a enfrentar", añadió.

Ni el llamado de la oposición a la abstención- solo 8,6 millones de venezolanos acudieron a las urnas- ni la presión internacional impidieron que finalmente Maduro se saliera con la suya. Según los resultados oficiales del CNE, con el 92% escrutado, el gobernante logró un 67%, mientras que su principal rival, Henri Falcón, obtuvo 1,8 millones de votos (21%). Más atrás, con 900 mil sufragios, quedó el pastor evangélico Javier Bertucci. De acuerdo con el CNE, la participación se situó en un 46%, aunque la oposición la estimó en apenas un 30%.

De todos modos, para Maduro se trata de un revés si se compara con lo que obtuvo en su primera elección presidencial de 2013, cuando logró 7,5 millones de votos. El año anterior, en su última elección Hugo Chávez consiguió 8,1 millones de votos. "¡Llevamos un hilo de 22 victorias! Sólo hemos perdido dos", señaló Maduro ante sus adherentes.

Los resultados fueron anunciados a las 22:20 por la titular del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, que habló de una "tendencia irreversible". "El pueblo se pronunció y les pedimos a todos, nacionales e internacionales, se respeten los resultados", indicó la jefa del CNE.

Fiel a su estilo, Maduro aprovechó la instancia para burlarse de Falcón, que todavía sin conocer los resultados oficiales, desconoció el proceso electoral por "carecer de legitimidad", y exigió convocar a nuevas elecciones en octubre o diciembre próximo. "Bien han hecho en ponerle ese nombre, Henri Falsón", señaló Maduro.

Así como Falcón, Bertucci también salió al paso para desconocer los resultados de las elecciones y exhortó a la administración chavistas. "Lo más valiente que haría este gobierno sería repetir estas elecciones y él (Maduro) retirarse como candidato", dijo.

Pese a las cifras relevadas por CNE, tanto la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como distintos líderes opositores como Antonio Ledezma, señalaron este domingo que la abstención rondaba el 80%. A su vez, la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez, calificó lo de este domingo como una "jornada exitosa".

"Desconocer la farsa"

Más allá del resultado, los analistas coinciden en que tras las elecciones se abrirá un nuevo escenario en Venezuela, marcado por la profundización de la crisis económica -el FMI proyecta una inflación de 14.000% este año-, mientras que la oposición podría aprovechar "la farsa electoral", como han denunciado, para insistir en que Maduro lidera una dictadura. Aquello, podría generar más presión de la comunidad internacional, con más sanciones de por medio.

Maduro se había impuesto una meta de al menos 10 millones de votos, sin embargo no pudo alcanzar tal nivel de apoyo.

Con la completa ausencia de la oposición como bloque, la MUD decidió restarse de los comicios al no conciliar con el gobierno las garantías mínimas demandadas para su realización. Las candidaturas de Falcón y Bertucci, parecían inexistentes para el oficialismo, ante su determinación de mantenerse en el Palacio de Miraflores.

Desde la oposición llamaron a desconocer los resultados de las elecciones, mientras que Chile y EE.UU., fueron los primeros en insistir en "la farsa". Al mismo tiempo, desde Argentina, el Presidente Mauricio Macri, que se encontraba en un encuentro de ministros de Relaciones Exteriores del G-20, criticó las elecciones de Venezuela.